Zenitram

Crítica de Pabela - La Cinerata

Recórcholis, un argentino que vuela!

¿Se imaginan si el pobre Clark Kent hubiera sido criado en Argentina?, ¿se imaginan cómo sería su vida mentada por un periodista argentino?, ¿se imaginan cómo hubiera sido su cotidiana rutina si viviese en una villa del conurbano?. Para ver Zenitram, un argentino que vuela hay que saber que desde ya no se verá una megaproducción de esas que ahora abundan sobre los superhéroes, no veremos siquiera una película de acción o intriga policial. Zenitram es una comedia altamente bizarra y barata nacida de un relato del escritor argentino Juan Sasturain y dirigida por Luis Barone. Un film realmente original que se toma con sorna el mundo de los superhéroes, los humaniza, los despedaza y los usa para mostrar una realidad político-social con la socarronería más hilarante.
El punto de Barone es mostrar qué pasaría si Argentina contara con un superhéroe, nos plantea que estaría lejos de servir como lo suele hacer un superhéroe clásico y lo más probable es que terminase tras un escritorio lleno de papeles por firmar y sellar con un título de Ministro en asuntos extraordinarios. Porque Zenitram es un muchacho desempleado que vive en una Argentina del año 2025 donde nada ha cambiado, donde el agua ahora se compra con tarjeta de crédito especial, donde la diferencia entre pobres y ricos es increíblemente aun mayor que la de ahora. Un muchacho que en el peor de sus días, en el que acaba de ser despedido, tiene un encuentro extraño en un baño de constitución y termina adquiriendo los superpoderes básicos de volar y tener fuerza. Y así como He-man gritaría espada en mano "por el poder de Grayskull", Zenitram simplemente tiene que tocarse las pelotas y gritar su nombre para invocar sus nuevos dones.
Ganadora del concurso del Bicentenario convocado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales, esta parodia es realmente una increíble y profunda radiografía de muchos de nuestros héroes nacionales, de cómo se los ensalza, se los usa y se los desacarta para finalmente olvidarlos. Todo el guión viene inundado de guiños certeros sobre muchos de nuestros "héroes" cotidianos, entre ellos el mismísimo Diego, y de los otros más clásicos. Con un comienzo que nos remonta a un claro homenaje al primero de nuestros "superhéroes" gráficos, El eternauta y con unas actuaciones prometedoras del joven Juan Minujín quien junto a Daniel Fanego y Luis Luque hacen de esta co-producción entre Argentina- Brasil y España, una de las películas más arriesgadas de nuestra cinematografía. Sorpresa aparte encontrar en el reparto a Steven Bauer, aquel mano derecha de Scarface!.
Zenitram es un film que disfrutarán los argentinos que gusten de las propuestas nuevas y alocadas, los que conozcan palmo a palmo la realidad de un país que muchas veces no perdona. Zenitram es un fiasco para los que quieran una clásica comedia lineal y pongan demasiado ojo en los detalles de efectos y montajes. Aunque hay que decirlo, para el presupuesto que deben haber manejado han hecho maravillas.
La película decae por momentos, es cierto y hacia el final parecería querer adquirir una impostura seria a la que no hay que creerle demasiado. Es un film infructuoso para el espectador distraído que no sepa ver en el guión el innegable surrealismo de esta historia.