Zanahoria

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Zanahoria es un muy buen thriller político uruguayo inspirado en una crónica periodística que publicó el semanario Voces en el año 2005.
La trama se centra en un informante militar que se acerca a dos periodistas para pasarles información clave sobre crímenes cometidos en la última dictadura militar que se vivió en ese país.
El film del director Enrique Buchichio trabaja temáticas muy interesantes.
Por un lado expone la falta de avances que hubo en las últimas décadas en Uruguay en torno al destino de los desaparecidos y el papel fundamental que juega la prensa a la hora de mantener viva esa memoria histórica.
Queda la sensación al ver esta película que para el pueblo uruguayo este tema sigue siendo un taboo, envuelto en una especie de código de silencio, que ningún sector político se atreve a indagar a fondo.
Por lo general me suele ocurrir con este tipo de producciones, muy especialmente con las argentinas, donde no me creo nada lo que veo en la pantalla.
La idea que suelen tener los directores sobre el periodismo y la realidad son dos cosas completamente distintas.
Una de las virtudes que tiene Zanahoria es la manera en que el director Buchichio le dio vida al funcionamiento de una redacción.
Hay escenas fabulosas como la reunión de sumario o las discusiones que tienen los protagonistas con el editor que son completamente realistas y están muy bien logradas.
Los actores hablan y se expresan como periodistas reales y no como personajes de ficción de unitarios televisivos.
El trabajo de César Troncoso, el misterioso informante, es fabuloso y comparte muy buenas escenas junto a Martín Ridríguez y Abel Tripaldi, quienes interpretan a los periodistas que estuvieron a cargo de la investigación.
Zanahoria toma elementos del género policial para construir un atractivo thriller que le escapó a los clichés que suelen tener las historias relacionadas con las dictaduras militares que se vivieron en Latinoamérica durante la década del ´70.
Una grata sopresa del cine uruguayo que no llega con frecuencia a la cartelera local.