¿Yo te gusto?

Crítica de Gaspar Zimerman - Clarín

Filmada en el barrio Piedrabuena, de Villa Lugano, ¿Yo te gusto? es pariente de esas historias de marginalidad en las que se especializó Adrián Caetano, desde Pizza, birra, faso hasta El marginal. Pero, acorde a los tiempos de la marea verde, Edgardo González Amer (Familia para armar, Tuya) pone el foco en una protagonista femenina y su lucha por hacerse respetar en un ambiente masculino.

Nati (Martina Krasinsky) es una adolescente que, junto a su hermano, forma parte de la legión de los nini (ni estudian ni trabajan). Vive con sus padres, agobiados por una deuda que sus sueldos como colectivero y encargada de un bar jamás les permitirán saldar. Para ayudarlos, ella quiere entrar a la banda del capanga del barrio, pero su fama de díscola le complica todo. Muñeca brava, Nati desafía a todas las autoridades que se le cruzan por el camino, empezando por su madre (Leticia Bredice) y siguiendo por el mafioso de la zona (Daniel Aráoz, en un papel parecido al que hizo en Porno para principiantes).

Paisaje de monoblocks, ritmo de cumbia y hip hop, lunfardo tumbero: son los elementos que componen el agobiante ambiente donde se desarrollan esos dos conflictos paralelos. El de mayor potencia dramática es el que enfrenta a madre e hija: Bredice se luce como esa mujer abnegada, emocionalmente limitada, que esperó a su marido durante los años que él pasó en la cárcel y no quiere que sus hijos sigan ese mismo camino.

Pero luego de construir pacientemente ese mundo áspero, González Amer privilegia el western urbano sobre el drama social, y entonces ¿Yo te gusto? toma el más transitado y menos interesante rumbo de la acción. De modo que la tensión entre Nati y su madre, al igual que una subtrama que involucra al personaje de Bredice con el de Marco Antonio Caponi, pasan a segundo plano, tapadas por el ruido de los disparos. Una decisión narrativa que le da un cierre demasiado abrupto a esta historia de incomunicación y desesperanza.