Yo, adolescente

Crítica de Mariana Zabaleta - Subjetiva

“Lo único feo es no tener porqué vivir”

Qué es un adolescente? ¿Qué lo fue por 2005, cuando la retina aún conservaba latente los eventos del 2001 y la tragedia de Cromañón? Sin lugar a dudar sucesos que atravesaron la vivencia y experiencia de toda una generación.

Fósiles de los acelerados cambios en la cultura digital, los antiguos blogs y proto-redes sociales como Fotolog, conservan todavía imágenes y registros escritos que aquellas subjetividades. Olvidadas, abandonadas por sus autores, resultan una memoria colectiva a la espera de ser releída. Como tantos CD’s improvisados (o de gran valentía autogestiva) de aquellas bandas, perdedores pop, que pasan a ser la joya nostálgica de algunos.

“Solo, en un mundo de grandes donde los jóvenes no tienen razón, solo, cuando el otoño entro y mis amigos comenzaron los estudios. Que solo me sentí…”

Yo adolescente recrea la escena retomando los escritos del conocido (y re-publicado) Fotolog de Zabo. El grito efímero, el ritmo efímero, un aliento vertiginoso de época que canaliza en el adolescente protagonista viñetas nostálgicas sobre la represión, la falta de comunicación, la sexualidad y el suicidio.

“Ay si pudiera, tal vez, encontrarte otra vez y contarte las cosas que un día calle por el bien de ambos, ¿sabes?”

El dolor es un lugar que se transita, pero el abismo de la comunicación recrea una emoción que se transforma en tragedia. Las calles, las plazas, las fiestas, las remeras y el rock, dispuestas a recrear una limpia escena porteña tan cercana como remota. Antiguas nostalgias de arrabal que inundan las callejuelas de Parque Centenario.

YO, ADOLESCENTE
Yo, adolescente. Dirección: Lucas Santa Ana. Guion: Lucas Santa Ana, basado en la novela de Zabo. Intérpretes: Ramiro Quattordio, Malena Narvay, Thomas Lepera, Jeronimo Giocondo Bosia. Producción: Alberto Masliah, Daniel Chocrón. Dirección de Fotografía: Pablo Galarza. Duración: 97 minutos.