X-Men: Dark Phoenix

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

La fuerza más poderosa

X-Men: Dark Phoenix es una película de ciencia ficción y superhéroes que constituye el debut en la dirección de Simon Kinberg, el cual también se encargó del guión. El filme funciona como continuación de X-Men: Apocalipsis (X-Men: Apocalypse, 2016) y se alza como la duodécima producción dentro de la franquicia de los X-Men. El reparto vuelve a estar conformado por James McAvoy, Sophie Turner, Jennifer Lawrence, Nicholas Hoult, Michael Fassbender, Evan Peters, Kodi Smit- McPhee, Tye Sheridan, Alexandra Shipp, entre otros. Esta vez se agrega un personaje nuevo interpretado por Jessica Chastain (Mama, La Cumbre Escarlata).

La historia se centra en la vida de Jean Grey (Sophie Turner), una mutante joven muy especial que es acogida por el profesor Charles Xavier (James McAvoy) luego de una situación que terminó en tragedia debido a que Jean no supo controlar su poder. Pasados los años, Charles les encarga a Raven (Jennifer Lawrence), Hank (Nicholas Hoult), Scott (Tye Sheridan), Kurt (Kodi Smit-McPhee), Storm (Alexandra Shipp), Peter (Evan Peters) y Jean una nueva misión: ellos deberán viajar al espacio con el objetivo de salvar a unos humanos astronautas que se encuentran en peligro. Esa expedición no sale de acuerdo a lo planeado y Jean absorbe demasiada fulguración solar. Aunque al regresar a la Tierra la mutante asegura sentirse bien, su faceta más oscura comienza a notarse. Sumado a que la joven descubre la verdad sobre su pasado, el distanciamiento de Grey será inevitable, convirtiéndola en una amenaza tanto para los mutantes como para la humanidad.

Originalmente programada para ser estrenada en noviembre de 2018, luego de varios reshoots finalmente llega a la cartelera X-Men: Dark Phoenix, cinta que funciona como la culminación de la saga X-Men. A pesar de las hipótesis que se venían manejando sobre que ésta podría ser la peor película de la franquicia, estamos ante un filme que a pesar de sus fallas logra entretener y generar mucho interés desde el conflicto central, instalado alrededor del personaje de Jean Grey.

La mutante interpretada por Sophie Turner representa una dicotomía en sí misma: a pesar de su destructivo poder, es muy fácil empatizar con ella ya que desde el comienzo el espectador comprende que Jean no pretende ser una villana, solo no puede controlar sus emociones. Al ya tener un personaje súper atrapante en la trama, el rol de Jessica Chastain, del que desde los trailers y promoción no se quiso revelar mucho, queda totalmente opacado y desdibujado. Aunque Chastain tiene una escena inicial prometedora, desde el guión no se le dio el espacio necesario para lucirse, por lo que su participación termina siendo muy pobre y hasta se llega a la conclusión de que sería lo mismo si cualquier otra actriz hubiese encarnado ese papel.

La película fácilmente podría dividirse en dos partes: por un lado tenemos la primera mitad, en donde los diálogos son más relevantes, y por otro el tramo final donde se decidió meter toda la acción. Los cambios y regrabaciones que se hicieron sobre el tercer acto se vuelven muy notorios, aparte de que varios efectos dejan bastante que desear.

En cuanto al optimista Charles Xavier, en esta oportunidad varios mutantes comenzarán a cuestionar sus decisiones. Las escenas de discusión entre el fundador de la Academia para Jóvenes Dotados y Raven, así como las del profesor con Hank, resultan de las mejores del filme. Aquí vemos que Charles puede cometer errores como cualquier otro, lo que hace que este personaje sea más profundo y atractivo de lo que ya era.

X-Men: Dark Phoenix está muy lejos de ser una película perfecta, sin embargo es capaz de plantear cuestiones que dan pie para reflexionar tales como el derecho que tiene cada persona a conocer la verdad de su pasado, la certeza de que la venganza no repara el dolor y la celebración de las diferencias, de las que no hay que estar avergonzados ya que son las que nos hacen únicos y especiales. Aunque el tercer acto no esté a la altura de lo que se venía construyendo, la cinta de Simon Kinberg tiene a una protagonista ultra poderosa, como también vulnerable, que vale la pena conocer.