Warcraft: El primer encuentro de dos mundos

Crítica de Marcelo Artal - La letra indómita

Solo para fans.

Hollywood ha aprendido, hace ya varias décadas, a adaptar best sellers literarios a la pantalla grande. Más recientemente ha logrado también extrapolar ese éxito a los cómics, luego de intentarlo durante mucho tiempo con muy escasa eficacia. Los videos juegos, sin embargo, siguen siendo una materia pendiente como musa cinematográfica, y Warcraft es otra prueba de ello.

La versión fílmica de uno de los video juegos más populares de la historia brilla por partes. La magia de Duncan Jones está presente en múltiples escenas de acción y fantasía eximiamente logradas, pero el problema es que al ensamblarlas no se alcance una obra consistente. Warcraft acarrea los estigmas típicos de su sub-género: se enfoca en los elementos que hicieron célebre al juego, soslayando el aspecto narrativo. No hay una adecuada introducción ni de los personajes ni de la historia, dejando al espectador a la deriva visual. Como resultado, ésta quizás sea una gran película para los fans y apenas un regular entretenimiento para el resto de la audiencia. Es innegable que por momentos es una película impactante, pero también es cierto que resulta indiferente quién protagoniza los épicos combates, al carecer de protagonistas adecuadamente construidos.

Las adaptaciones de los cómics comenzaron a funcionar cuando los realizadores entendieron que el cine necesita sustancia narrativa para convencer a una audiencia amplia. En lo que respecta a los video juegos, sin embargo, seguiremos esperando.