Wanderlust, cuerpos en tránsito

Crítica de Alejandra Portela - Leedor.com

María es argentina, Anne es alemana. Se conocieron haciendo un curso de cine en una de las escuelas más prestigiosas del mundo, San Antonio de los Baños en Cuba. De allí surgió un equipo de trabajo que resultó en el corto Cine Encanto y en el largo Proyecto 18

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En un nuevo desafío se plantearon una consigna: la del viaje de dos mujeres occidentales solas por más de 10 países del medio Oriente, un viaje que debería ser sólo por tierra o por agua. Nunca volando. Wanderlust, cuerpos en tránsito se convierte así en un film de experiencia, subjetivo donde atravesar el territorio es también pasar por distintos grados de amenaza, sobre todo en los cruces de frontera.

Mirá la charla que tuvimos con María Pérez Escalá

Wanderlust es una suerte de película nómada, un documental del off de un viaje: los transportes, las aduanas, los couchsurfing, los soldados israelíes y argentinos, otras mujeres viajeras, Esos testimonios de una u otra manera, ponen en el centro la mirada que las mujeres tienen sobre las cosas del mundo, y también el modo en que las mujeres son miradas por extraños culturales. Ese juego es tal vez lo más interesante que propone la película que intenta alejar todo lo que significa el viaje turístico, Anne y Maria emprenden un viaje de experiencias, y sus voces ponen mucho enfasis en lo que pasa con esos tránsitos, con esos cuerpos.

En el medio, el Mundial de Fútbol del 2014 les propone también compartir la experiencia de un evento global en bares donde solo hay hombres. El Cairo, Israel, Palestina, Chipre, Turquía, Bulgaria, Alemania, y sus voces a modo de guía.

Sopla un viento fresco en el cine hecho por mujeres que comparen sus vivencias y sus maneras de enfrentar el mundo.