Vuelo Nocturno

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Año y medio en el sur.

Hay un libro que prácticamente todos hemos leído, la primera vez quizás obligados en la escuela, pero al que muchos hemos vuelto de más grandes con otros ojos. Tanto que no necesito ni decir el nombre del más famoso cuento de Antoine de Saint-Exupèry para afirmar que es un clásico indiscutible.

Pero la mayoría de nosotros sabemos poco y nada sobre el resto de su obra o de su vida. Por ejemplo sobre esos meses que vivió en argentina ejerciendo como director de la Aeroposta Argentina, el antecedente de lo que más tarde fue Aerolíneas Argentinas. Fue durante ese tiempo que la casualidad lo llevó a tener un problema con su avión en las cercanías de Concordia y conocer a la familia Fuchs Valón. De origen francés como él, lo alojaron con ellos en el palacio San Carlos y se forjó una relación bastante cercana a lo largo de varias visitas posteriores. Especialmente cercana fue la relación entre el aviador y las hijas de 10 y 15 años de la familia, las que se cree fueron una gran inspiración para su obra ya que varios años más tarde se refiere a ellas en unas grabaciones como “Princesses d´ Argentine“, las princesas de Argentina.

Oasis:
Recuperando entrevistas y reconstrucciones ficcionales del documental Oasis junto a material nuevo, la historia que retrata el documental Vuelo Nocturno es íntima y no pretende profundizar en la obra del escritor ni en los grandes eventos de su vida. Se centra casi exclusivamente en los meses durante los que entabló relación con dos niñas de las que -se sospecha- obtuvo las primeras ideas de lo que sería después el cuento que le dio fama, y con las que se insinúa un amor platónico nunca confirmado.

Lo interesante que puede ser la historia a primera vista, choca con una cantidad de material limitada que se agota muy rápido. Se pierde el ritmo y, por consiguiente, el interés del público no conocedor del tema. El mayor problema de este documental es narrativo: al elegir un tema tan focalizado y sobre el que no abunda material, se queda pronto sin mucho para decir, por lo que desvaría repitiéndose y anexando temas desconectados que hacen perder el hilo, dejando menos claro cuál era la intención de lo que pretendía contar. El resultado final es una película con momentos interesantes pero que no logra sostener el interés al no dejar claro dónde intenta llegar, necesitando estirar situaciones y llenar así una cantidad de minutos para la que no cuenta con información suficiente.

Conclusión:
Vuelo Nocturno es un documental para un público bastante específico: habitantes de Concordia que crecieron con el mito del palacio abandonado, y fanáticos de Saint-Exupèry. Fuera de esos grupos la conexión con la historia se desdibuja y pierde atractivo.