Volver a empezar

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Se trata de una suerte de cuento de hadas que narra la resurrección de una cantante que tuvo su cuarto de hora de gloria (participo en el festival Eurovisión y perdió nada menos que con ABBA). Luego separada de su productor, hombre de la industria, cayó en el olvido y ahora trabaja en una fábrica de patés, poniendo durante horas la decoración final con dos hojas de laurel y otros ingredientes. Una vida rutinaria con poco contacto social, un programa de preguntas y respuestas en la tele como única diversión. Precisamente en ese concurso ponen como acertijo una actuación suya y un compañero de trabajo la descubre, se enamora y quiere ser su manager para su regreso triunfal. Historia de amor, de ilusiones perdidas con estética kitsch, canciones ingenuas cantadas con un estilo mecánico, Nada que llame la atención salvo por un detalle fundamental, la actuación siempre sorprendente, deliciosa, llena de intensión y hasta de un alejamiento emocional de la gran Isabelle Huppert. Ella magnética y única, elegante y etérea, se roba la película que fue hecha sin dudas para su lucimiento personal, con la dirección de Bavo Defurne y la convicción de que es una interprete que puedo hacerlo todo y bien.