Voley

Crítica de Leonardo González - Río Negro

Voley: Un partido a favor de la amistad y el amor

Estas últimas semanas se han estrenado varias películas argentinas de muy buena factoría y calidad: "El Patrón: Radiografía de un Crimen" y "Pistas para Volver a Casa", son ejemplos (Nótese también que son de distintos géneros).

A estos filmes se les suma esta hermosa comedia llamada "Vóley", protagonizada, escrita y dirigida por Martín Piroyansky. Bien por el cine argentino.

Nico (Piroyansky), Manuela (Violeta Urtizberea), Nacho (Chino Darín), Pilar (Inés Efrón) y Cata (Vera Spinetta) son un grupo de amigos que se conocen desde la adolescencia. Cada uno tiene puntos de vista de la vida muy distintos, pero aun así siguen unidos. Todos deciden pasar la noche de Año Nuevo en la casa de los abuelos de Nico, que queda en Tigre. A ellos se les va a sumar Belén (Justina Bustos), una amiga de Manuela que fue invitada sin consulta previa. Nico, que sólo piensa en estar con todas las mujeres que pueda, queda inmediatamente prendido de esta rubia de ojos claros súper sexy y vanidosa. Nacho no tiene problemas, porque es decisión de su novia Manuela, una controladora total. Pilar, que vive en su mundo sin darle bolilla a absolutamente nada, tampoco se niega y Cata, que es de muy pocas palabras, también acepta a la blonda.

Desde que llegan a la casa, Nico pone en práctica su teoría: el amor no existe y el hombre no puede ser monógamo. Por supuesto que la idea es poder estar con Belén. El problema es que, algunas veces queriendo y otras no, logra estar con las demás mujeres de la casa, incluida Manuela. Todo se vuelve mucho más complicado cuando Nico descubre que se enamora de ella, un sentimiento que nunca había tenido. Ahora se siente angustiado, ansioso, sin poder controlar lo que siente, pero no puede contárselo a nadie. Obviamente el grupo se enterará y entrará en crisis, pero pronto se sabrá que él no fue el único que rompió las "sagradas" reglas de la amistad.

"Una bocanada de aire fresco para el género", sería una frase adecuada -y trillada pero efectiva- para definir esta película. Martín Piroyansky, en su segundo largometraje después de Abril en Nueva York (2012), demuestra que conoce al dedillo la comedia y los tiempos que esta necesita. Pero por sobre todas las cosas entiende lo que puede hacer reír al espectador y saber qué situaciones contar. Imposible que nadie se sienta identificado con ciertas cuestiones que ocurren o los personajes que presenta. Tanto Vera Spinetta como el Chino Darín, que no tienen tanto rodaje en cine, están muy bien en sus roles, al igual que Justina Bustos en su debut en la pantalla grande. Piroyansky, que sabe y mucho de actuar, y Urtizberea logran grandes actuaciones. Aplausos para Inés Efrón que se luce muchísimo con su personaje.

Lo único que a este periodista no le gustó tanto fue el final, que podría haber tomado otro curso y cerrar con moño la historia. Siempre es cuestión de gustos, ¿no? Este pequeño gran filme merece un lugar destacado dentro de la cinematografía local. Anoten el nombre de Piroyansky que, con tan sólo 29 años recién cumplidos, da muestras de un talento gigantesco al que hay que seguir porque seguramente va a brindarnos grandes películas.

Vóley tiene todos los condimentos y cualidades necesarios para ganar el partido: un gran equipo con un armador talentoso. Vayan a verla y aplaudan cada punto.