Viudas

Crítica de María A. Melchiori - Cine & Medios

El dolor después del amor

La vida de Elena (Graciela Borges), una mujer en sus sesenta años, exitosa directora de documentales, se pone de cabeza cuando su marido Augusto fallece de un repentino infarto... y quien lo lleva al hospital es nada menos que su amante de treinta años, Adela (Valeria Bertuccelli). Al dolor y la sorpresa de esta revelación sucede la rabia contra Augusto, que en el lecho de muerte le pide que cuide de esa joven a quien recién conoce y que ya "ha comenzado" a odiar.
Con el correr de los días, Adela y Elena elaboran su propio duelo. La viuda joven y extraoficial intenta acercarse a la viuda oficial, que la rechaza persistentemente. Hasta que un nuevo incidente las re?ne de forma inesperada, y entonces deben ajustarse a una convivencia cautelosa, mediada por la omnipresente?mucama Justina (Mart?n Bossi) y por la socia de Elena, Esther (Rita Cortese).
Marcos Carnevale ofrece, una vez m?s, un producto de muy buena calidad?en rasgos generales, aunque con algunos baches que no pueden ser soslayados ya que afectan al buen ritmo del filme. Quiz? sea una deficiencia propia de un gui?n que coquetea con el drama y la comedia sin definirse por ninguno de los dos; la forma en que se imbrican los extremos es desigual, a veces anticlim?tica.
No ofrecen sorpresas las muy buenas actuaciones de Graciela Borges y Valeria Bertuccelli, ambas dentro de un registro que les es habitual, aunque contenidas y muy convincentes dentro de la propuesta del libreto. S?, hay lugares comunes y simplistas; las aperturas y cierres de cada unidad narrativa son bastante previsibles, pero gracias al excelente trabajo de actores, la pel?cula llega a buen puerto y conforma al p?blico.
P?rrafo aparte merecen las actuaciones de Mart?n Bossi en el papel de una mucama paraguaya muy particular, y la siempre brillante Rita Cortese, oportuna y marcando el tiempo de la escena cada vez que aparece.