Viudas

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

De cómo un thriller sobre la venganza de un grupo de mujeres puede convertirse en un filme de crítica social, racial y, más sencillo, feminista. Viudas es un filme de género, al que Steve McQueen, el director afroamericano de 12 años de esclavitud, ganadora del Oscar y estrenada hace cinco años, le ha conferido un tratamiento dramático que, sí, la configura en una película sentida, cuidada. Y que hasta puede llegar a alcanzar algunas nominaciones al Oscar.

El filme arranca mostrando a distintas parejas, todas bastante disímiles. Como la que parece central, y que componen Liam Neeson y Viola Davis. Están a los arrumacos y más en la cama como buena muestra de amor interracial, pero hay otras en las que el maltrato o la estafa están apenas disimulados, o no.

Los hombres participan de un robo. Pero algo sale mal y cuando intentan escapar esa noche desde un nuevo vehículo en un galpón, a la salida los está esperando la policía. El vehículo explota y, con él, quedan las cuatro viudas.

A partir de ese hecho que sorprende, a espectadores y a las protagonistas, se arma el thriller dramático. Harry (Neeson) dejó en un cuaderno instrucciones para planificar un próximo robo. Es probable que Veronica no haya estado al tanto de los negocios de su marido, pero bien disfruta del bienestar de ser multimillonaria. Harry dejó una suma millonaria adeudada a partir de aquella explosión, y dos hermanos (Daniel Kaluuya, de ¡Huye!, y Brian Tyree Henry) la conminan a devolverlo.

Sino, imaginen lo que le sucederá.

De ahí a formar un nuevo team entre las viudas, y alguna recluta externa, no pasa mucho.

Henry) la conminan a devolverlo.

Sino, imaginen lo que le sucederá.

De ahí a formar un nuevo team entre las viudas, y alguna recluta externa, no pasa mucho.

Lo mejor de Viudas es que siguiendo los lineamientos del thriller de acción, se mete en las características y la psicología de los personajes.

Viudas, en manos de un Michael Bay hubiera sido un filme de acción trepidante, y no mucho más. McQueen -advierto que 12 años de esclavitud me resultó demasiado armada y grandilocuente- le da otro giro a la historia. Y no interesa -solamente- si el golpe a planear terminará bien, o no.

Con Viola Davis y Michelle Rodriguez al frente del elenco, estamos hablando de minorías bien representadas. Davis tiene servida una nueva candidatura al Oscar, y el guión, de McQueen y la autora de Perdida, Gillian Flynn, también. Es hábil en todo momento, con las vueltas de tuercas imprevistas y, sobre todo, el giro del casi final demuestra sapiencia y un trabajo aceitado desde la construcción de la historia.

Viudas puede verse como lo que es primariamente, un thriller de acción. Pero como las muy buenas películas, también permite otras observaciones, que dependerán del ojo, sin llegar a ser clínico, de cada espectador, para encontrarle nuevos y más sentidos.