Virus:32

Crítica de Patricia Pritzker - Chapeau Argentina

Si hay algo que caracteriza el horror en estos tiempos es el aislamiento y el encierro. Será que en estos últimos años vivimos momentos de confinamiento total o casi-total. El guion de "Virus: 32" de Juma Fodde y Gustavo Hernández nos recuerda esa sensación de claustrofobia. Aquí hay un virus que se contagia entre personas y los que lo poseen atacan sin piedad a quien se ponga delante. La película dirigida por Hernández sitúa la acción en el club deportivo "Neptuno", un lugar de grandes proporciones en Montevideo donde trabaja Iris (@paulisil ) una Guardia de Seguridad que ese día se ve obligada a concurrir con su hija, porque olvidó que había hecho ese arreglo con el padre de la niña. Cuando llega debe cumplir con la "ronda" obligatoria y deja a su pequeña en un gimnasio con la advertencia de llamar a su madre mediante un handy si algo sucede. Iris escucha ruidos y se da cuenta que algo extraño está sucediendo, lo que no imagina es lo que está a punto de suceder, aparecen zombies ávidos de pasar el virus a nuevos humanos. Lo que descubre Iris es que una vez que atacan pasan 32 segundos para volver a atacar, y eso les da una mínima fracción de tiempo para intentar escapar. La palabra zombie no aparece en ningún momento y tampoco se sabe cómo apareció el virus, pero eso no impide que la acción y el suspenso se mantenga de manera constante. En el medio de la lucha por reencontrarse con su hija, llega Luis (@daniel_hendler_ ) con Miriam (@sofigonzalezs ), su esposa que está a punto de dar a luz. Lo que sigue en esta película argentino-uruguaya es una carrera contra el tiempo para escapar de la locura entre pasillos angostos, pasajes, salones con piletas olímpicas y puertas que no se pueden abrir o cerrar en secuencias que no tienen desperdicio y actuaciones convincentes de todo el elenco, además de un muy buen trabajo de maquillaje de Sofía Sellanes.