Violeta se fue a los cielos

Crítica de Luis María Fittipaldi - RosarioCine

Como quien se desangra

Violeta Parra es uno de lo nombres máximos del arte latinoamericano, poeta, cantora, recopiladora, artesana, pintora, pero sobre todo una mujer de vida desagarradora, el director Andrés Wood nos introduce en el mundo planteado del personaje, para ir de a poco armando un rompecabezas de secretos, frustraciones y alegrías.

Hacía falta un filme sobre "la Parra", y Wood lo concreta con cierto aletargo en algunas escenas pero conduciendo un filme honesto, bien hecho y sobre todo de fuerza, ya que la actriz protagónica (Francisca Gavilán) es una talentosa insuperable, y hasta canta ella como Violeta, su escena brindando un recital en la Embajada chilena de París, entonando "Volver a los 17" es de antología realmente, como otras escenas: de niñita con su padre que canta en los bares, o cuando recorre las minas chilenas llevando su arte en una vieja furgoneta familiar, y ese paisaje ventoso, casi hostil de telón de fondo, completando una narración asimétrica, y para nada cronológica.

"La canción es un pájaro sin plan de vuelo, que jamás volará en línea recta" nos dice ella, dejando observar porqué aún es un ícono del arte popular, o como nos sucede que nada es igual o simple cuando oimos su "Que he sacado con quererte", o "Casamiento de negros" (que no se oyen aqui, y por citar dos temas bellos) o fundamentalmente ese himno llamado "Gracias a la vida", todo legado mayúsculo de una artista completa y controvertida, visceral y tremenda, que vivió como sostenía aquel final de "Don Segundo Sombra"....."Como quién se desangra..".