Viene de noche

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

La dura vida de la humanidad luego de cualquier Apocalipsis ha sido descrita infinidad de veces, y con variantes una más horrenda que la otra. Por eso, si bien cuesta encontrar alguna idea nueva al respecto, esto lo logró el director Trey Edward Shults en "Viene de noche", una sorprendente película de terror que aggiorna el concepto sobre que lo que más asusta es lo que no se muestra.

La película comienza de manera dramática con un episodio en la vida de la familia de sobrevivientes que lidera el padre Joel Edgerton, oculta en una casa en un bosque, respetando minuciosas reglas autoimpuestas para no sucumbir a lo que sea que ataca de noche, horario en el que está prohibido salir de la casa. Las reglas incluyen una sola puerta para entrar o salir del lugar, siempre cerrada con una única llave en poder del protagonista. La aparición de otra familia de sobrevivientes pone en jaque estas reglas y desata el horror.

"Viene de noche" es tensa y está filmada con talento y astucia para manipular al espectador a gusto del director, que sabe usar a la perfección el lúgubre bosque y cada rincón de la casa donde sucede la acción. Ningún fan del terror debería perdérsela.