Videocracy

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

La televisione del Cavalieri

El documental italiano Videocracy (2009) centra su atención en la televisión italiana destinada al más burdo entretenimiento, cuyo magnate paradójicamente es el presidente de ese país Silvio Berlusconi. La película analiza la relación entre la manipulación mediática y la construcción de una imagen exitosa. Se podrá ver sólo en los Arteplex.

La historia de la televisión italiana coincide con el ascenso al poder de su máximo responsable, el Cavalieri Silvio Berlusconi, actual presidente de Italia. El documental narra el proceso cultural que el medio audiovisual fomentó con el paso de los años, todo un mecanismo intencional donde se promueve el costado más primitivo del ser humano.

La película de Erik Gandini comienza con el último eslabón de la cadena del éxito artificial que genera el mundo televisivo hasta llegar al primer responsable: Berlusconi. El primer personaje es Rick Canelli, un curioso muchacho que pasa sus días intentando ser reconocido en los canales de TV con sus imitaciones a Van Damme y Ricky Martin. Su destino no puede ser otro que el fracaso y allí se induce la idea ficticia que transmite el film: el éxito de una imagen televisiva no puede ser otro que la construcción de una gran mentira. El otro personaje es Berlusconi.

En este interesante análisis de factores que llevan desde “las velinas”, famosas bailarinas sexys que acompañan al conductor del programa, hasta un famoso paparazzi Fabrizio Corona, conocido por extorsionar con fotografías in fraganti a estrellas del mundo del espectáculo, una suerte de Robin Hood moderno, según la definición dada por él mismo.

Todos estos personajes descifran en Videocracy, una manera de entender la Italia de Berlusconi, sus injusticias, sus miserias sociales, sus valores morales o mejor dicho la ausencia de ellos. El documental de construcción convencional adquiere momentos grandiosos al tomar distancia siempre de lo que estamos viendo. Accedemos a los acontecimientos como meros turistas, impresionándonos con aquello que deberíamos divertirnos. El culto al sexo, al dinero, al consumo desmedido, a la fama sin importar como, atemorizan en cada segmento.

La banda sonora tiene un importante lugar. El sonido viene a funcionar como contraste de las imágenes o a exacerbarlas, con la intención de provocar extrañamiento en lo visto. De este modo, el director Erik Gandini invita a distanciarnos y mirar objetivamente aquello que consumimos a diario sin cuestionarlo. Y no es un tema local de Italia si tenemos en cuenta la televisión de esparcimiento mundial.

En un mundo donde la imagen vale más que cualquier idea, los personajes se convierten en una fauna muy particular y sólo el más salvaje puede ser rey. Videocracy nos comenta con altura, justamente cómo este personaje pudo llegar al poder.