Las crónicas del miedo 2

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Quemá esos videos

La primera V/H/S (aquí retitulada, impiadosamente, Las crónicas del miedo, al igual que esta secuela) resultó un acierto al atomizar el formato found footage en microhistorias; con cada una concentrando el elemento sorpresa, la idea superaba a cintas como REC o Actividad paranormal. Pero manda el mercado y en menos de un año ya hay una secuela que vuelve al nuevo formato, digamos, obsoleto. El inicio de Las crónicas… 2 replica la estructura del film original. Dos detectives dedicados a extorsionar clientes llegan a una casa abandonada donde encuentran el televisor encendido y una serie de videotapes rotulados. Mientras su pareja revisa la casa, la chica reproduce las cintas, que es lo que vemos en pantalla. A diferencia de la V/H/S original, esta antología es técnicamente más profesional (un contrasentido para la idea misma del found footage: cintas encontradas en crudo), faltan nombres experimentados como Joe Swanberg y es excesiva, innecesariamente gore. De las microhistorias, sin duda la mejor (y la única “crónica”) es “Safe Haven”, el registro de un grupo de periodistas que ingresa al templo de una secta surasiática, cuyo líder manipula a sus seguidores mediante ritos sanguinarios. Este corto, el más extenso, justifica en gran parte la repetición de la fórmula.