Vergara

Crítica de Rocío Belén Rivera - Fancinema

DE ESOS MOMENTOS CUANDO EL DESEO PRIMA

El imaginario colectivo de nuestra sociedad nos ha inculcado, naturalizado, que a cierta edad el deseo de maternidad o paternidad es algo imposible de resistir. Generalmente se suele reflexionar este tema en relación a la mujer, y a su rol natural de madre y encargada de la casa familiar, pero Vergara, la nueva película de Sergio Mazza, nos trae el relato de Marcelo, un hombre al que le urge ser padre, tenga pareja o no.

Vergara se encuentra en un momento de crisis en su vida: ha cambiado recientemente de trabajo, ve sus sueños bohemios de adolescente frustrados, su novia lo ha dejado y hasta a sus allegados más cercanos les suceden cosas prometedoras que a él no. Como principio de tocar fondo, cosa que nuestro protagonista no quiere aceptar, Marcelo acepta una oferta de trabajo que poco tiene que ver con su vocación y aunque se encuentra soltero, sigue con los estudios de fertilidad, que continúan sin darle demasiados ánimos. Su deseo es ser padre, no importa el precio o el trabajo que eso conlleve.

En esta exposición de la vida algo patética de un protagonista parco y egoísta, pero a quien uno termina entendiendo, se suman secuencias de humor sencillo, situaciones absurdas que le brindan humor a la historia (como el personaje del nuevo encargado de Marcelo) y hechos cotidianos que nos dan a conocer más al personaje y su inmadura forma de tomarse la vida (la “rancheada con los pibes” que incluye alcohol y marihuana).

Vergara es el relato sencillo de una historia simple, que ofrece una nueva mirada para un tema que ha sido relevante en estos momentos de deconstrucción, como es la decisión de construir una familia, qué se entiende por familia y la idea de paternidad-maternidad, y que por eso merece ser contada.