Vergara

Crítica de Josefina Sartora - Otros Cines

Siguiendo la premisa de rodar sobre lo que uno conoce, los directores del Nuevo Cine Argentino han dedicado buena parte de su filmografía a tematizar los problemas que los sacuden. Así, hace diez años exponían las problemáticas post adolescentes y hoy, la crisis de los 40 años.

Vergara, el protagonista de la última película de Sergio Mazza (Amarillo, Gallero), fue músico de rock y periodista de radio. Hoy está en caída: su novia acaba de dejarlo, no tiene trabajo y para colmo se le ha despertado un fuerte deseo de ser padre, con pocas posibilidades. Por un lado, los estudios médicos indican que su fertilidad es baja, pero -además- no tiene pareja. Y la chica con quien empieza una nueva relación es ajena a su problema.

La historia no va mucho más allá: Vergara no sociabiliza, es introvertido, poco amable, y el film lo sigue en su ambular cotidiano por su casa impersonal, su nuevo trabajo en el puerto –con el que tampoco siente ninguna empatía-, sus rispideces familiares. Un personaje poco explotado, que daba para desarrollar. El sonido del saxo –no olvidemos que ha sido músico- es permanente, y no acompaña los cambios de tono ni de ritmo, que los hay.