Vergara

Crítica de Ariel Abosch - El rincón del cinéfilo

Las personas, a través de los años, van cambiando sus expectativas, deseos, objetivos o metas por cumplir. Es una cuestión de edad o experiencia adquirida. Dentro de ese enjambre de ideas y pensamientos, se encuentra Marcelo Vergara (Jorge Sesan), quién anda por los cuarenta años, su novia lo abandonó y también lo echaron del trabajo. Pese a lo que uno podría suponer esta situación no lo angustia tanto como la de querer ser padre y no poder lograrlo. Su mayor anhelo es ese. Y, aunque actualmente se encuentra sin pareja, se hará todos los estudios y tratamientos para mejorar la fertilidad.

Vergara es parco, serio, jamás se le escapa, aunque sea, una leve mueca de sonrisa. Es un rebelde. No tiene televisor, ni le interesa tenerlo. Escucha jazz en discos de vinilo. Cuando está en su casa siempre cena pizza con cerveza. Así es él, y los demás lo tienen que aceptar o rechazar, sin términos medios.

Realizada en la ciudad de Rosario por Sergio Mazza, vemos al protagonista perdido, sin rumbo. Necesita de algo a que aferrarse. Por una recomendación consigue un trabajo temporario en el puerto rosarino, que no sabe bien qué es lo que tiene que hacer, pero no le queda otra opción hasta que consiga una nueva oportunidad como locutor de radio. Esa es su verdadera pasión, pero fue echado de una y no es bienvenido en ese ambiente tan reducido de una ciudad más pequeña que Buenos Aires.

Entre los estudios médicos, los días en el puerto, visitando radios y conociendo chicas, pasa la vida de Vergara. Tiene un amigo, Juan Pablo (Lautaro Borghi), que lo contiene y ayuda en lo que puede. Él ya tiene pareja, es padre y locutor también.

El film cuenta con una producción apropiada para el tipo de historia que narra el director. El dinamismo del relato lo frena la personalidad del personaje principal. Utiliza como banda sonora el jazz, pero abusa de ella, porque musicaliza innecesariamente casi todas las escenas, priorizándola por sobre los diálogos. Es decir, hay una charla que se da en un plano sonoro y mucho más fuerte suena la música, no dejando oír claramente lo que hablan los integrantes del elenco.

Pese a este detalle, el director tiene bien en claro el perfil y características de los personajes, cómo tienen que hablar, hacia donde apunta la historia, que puede ser la de cualquiera de nosotros, pero le tocó a Vergara transitarla y luchar por lo que más quiere, aunque encuentre muchos inconvenientes en el camino.