Verano 1993

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

El duelo es una experiencia desgarradora por atravesar. Si es complejo en un adulto para un niño es todavía más difícil, sea por el proceso en sí o por el cómo los adultos le explican que somos seres finitos. Esta dificultad en medio de tanta inocencia es el marco en que se inscribe Verano 1993, representante Española para los últimos Premios Oscar y Ganadora de 3 Premios Goya (siendo uno de ellos a la Mejor Dirección Novel).

El Duelo de una Pequeña

Frida, de 7 años de edad, ha perdido recientemente a su madre a causa del HIV. Por lo tanto, sus tíos se hacen cargo de ella, y Frida se muda a vivir con ellos en Barcelona. En ese contexto jugará con su prima, conocerá otros niños, e incurrirá en todas las inocencias esperables. Mientras tanto, sus tíos y abuelos se debaten no solamente el cómo enfrentar su crianza, sino el explicarle el por qué de la muerte de su madre.

Verano 1993 podrá parecer una serie de rodajas de vida que tienen más la intención de mostrar que de narrar; pero de una forma muy sutil, la guionista y directora Carla Simón introduce de forma estratégica piezas cruciales de información del mundo adulto para que, por contraste, esa inocencia que representa Frida nos duela más con cada dato que nos llega.

También es importante señalar cómo le llega esta información al espectador, ya que la historia no se aleja del punto de vista de su protagonista en ningún momento. La desgarradora realidad del mundo adulto siempre aparece a través del marco de una ventana o escuchando de refilón por debajo de una mesa.

No es necesario leer entrevistas para percibir que esta es una historia que toca de cerca a su realizadora, a tal extremo que la estampita que recibe la niña en la introducción bien puede ser la que recibió la directora siendo pequeña después del fallecimiento de su madre. Un detalle que le da un plus de realismo a lo que estamos viendo, que evidencia su originalidad no tanto por ser algo que no hemos oído, sino que es una historia que solo ha podido vivir quien nos la está contando.

En materia actoral, Bruna Cusi y David Verdaguer (ambos premiados con el Goya por Actriz Revelación y Actor de Reparto, respectivamente) dan sentidas interpretaciones como estos tíos con un duro desafío. Sin embargo la que destaca notoriamente es la pequeña Laia Artigas dando vida a la protagonista.

Conclusión

Verano 1993 es una narración nada tradicional pero que ofrece una mirada naturalista sobre un tema muy difícil, la cual requiere un ojo atento y paciente por parte del espectador. A riesgo de usar una frase hecha, Carla Simón escribió (y filmó) sobre lo que sabía, sobre lo que ha vivido, y el resultado es una historia con un corazón tan enorme como su honestidad. Una historia original, pero en una definición que no muchas veces tenemos en cuenta de la palabra.