Venom

Crítica de Diego Alvarez - Cuatro Bastardos

[REVIEW] Venom: Una “buddy movie” de (en apariencia) un solo personaje.
¿Una película de Marvel sin conexión con el MCU? ¿“Venom” sin “Spider-Man”? SÍ. Y funciona mejor de lo que esperábamos?
Cuando hablamos de “Venom”, el comiquero de ley asocia Spider-Man al instante. Ya sea por las páginas de las revistas de Marvel o por la ¿nefasta? “Spider-Man 3 (2007)”. Nunca se nos ocurriría pensar en una película de este peculiar alienígena caníbal por fuera de una historia en la que no esté nuestro querido trepamuros. Ni siquiera que su carácter sea considerado “heroico”. Pero Sony lo hizo realidad.
Para hacer un repaso rápido en la historia del personaje diré que es una creación de Todd McFarlane y David Michelinie, donde el aspecto de alien y simbiote apareció por primera vez en Marvel Super Heroes: Secret Wars #8 (diciembre de 1984). Aquí Peter Parker volvía a la Tierra con un reluciente traje negro, sin saber que le depararía el futuro. El aspecto final que le daría McFarlane vendría 4 años después en The Amazing Spider-Man#299 (mayo de 1988) en el que Eddie Brock, un frustrado periodista y enemigo de Parker, compartirá cuerpo con el singular extraterrestre y emprenderán la travesía de ser uno de los más letales enemigos de Spidey.
Pero, dejando el cánon de las historietas de lado, y mucho más esas primeras críticas que vienen del país del norte y “dinamitaron” literalmente al film, “Venom (2018)” sorpresivamente es un film que es entretenido, divertido, tiene sus buenas dosis de acción y suspenso, nunca se toma en serio la historia y, por sobre todo, tiene un excelente balance entre todos estos elementos que hacen que nunca decaiga en 113 minutos. Y eso es decir mucho en una producción de la que se esperaba poco y nada.
Comenzamos con una nave de la Life Foundation en la que se traen 3 espécimenes alienígenas desconocidos. La nave, al entrar en la atmósfera terrestre, tiene un accidente ya que uno de dichos especímenes se escapó y (parece) atacó a la tripulación. La empresa liderada por Carlton Drake (Riz Ahmed) recuperará las muestras que quedaron para experimentar en animales y, luego, en humanos, una simbiosis que nos permita convivir en algún planeta alejado. Lamentablemente ninguna persona logra sobrevivir a dicha “asociación” con el alien, hasta que aparece en escena Eddie Brock (Tom Hardy), un periodista que conduce un programa de denuncia social. Allí, a Eddie se le encomendará una entrevista con Drake, basicamente para que lo dejen bien parado luego del accidente espacial, pero Brock lejos de dejar sus ideales, arremete contra el empresario dejándolo en rídiculo ante las cámaras. Claro que esto no viene solo: Eddie termina perdiendo su trabajo y a su prometida (Michelle Williams). Esto último provocado por él mismo y su ego al usar una información confidencial de su novia.
Derrotado y sin nada que perder, al reportero venido a menos solo le queda una carta por jugar, destruir a Drake y la Life Foundation. Con la ayuda de una científica de la empresa logra colarse a las instalaciones para, finalmente, ser presa del simbiote que todos conocemos. A partir de allí veremos la persecución de Brock por parte de Drake, la relación de Eddie y Venom, y el enfrentamiento final.
Si están pensando que la trama es básica, tienen razón. Pero esto no quita que siga siendo atractiva. Tom Hardy parece que actúa instintivamente y dota a Eddie de una complicidad que hace que el público lo ame desde el primer minuto. La relación con el simbiote nos hace recordar a las grandes “parejas disparejas” del cine, y esto se debe a la interacción en base a dos personalidades diferentes que, al final, no lo serán tanto. También funciona en base a un humor que no es tan chocante y parece natural (Te estoy mirando a vos, “Thor: Ragnarok”), nunca llegando a cansar.
Las dosis de suspenso y acción, como mencioné anteriormente, están muy bien logradas, cimentadas, balanceadas y acompañadas por una correcta banda de sonido que vira entre lo épico y lo aterrador, gracias a la mano del experimentado Ludwig Göransson (“Creed”, “Black Panther”).
Hay momentos en los que el FX hace un poco de “ruido”, pero no son mucho y casi imperceptibles, pero no le quitan mérito y están muy bien integrados a las secuencias y a la acción.
Más allá del genial Tom Hardy, el resto del elenco nos descolla, solo está para que el protagonista se desenvuelva y son la creación del conflicto. En este punto no creo que moleste este poco desarrollo cuando la película se basa en la relación de Eddie y Venom, la cual está muy bien narrada y se nota que Ruben Fleischer (“Zombieland”) tuvo bastante que ver sin las “presiones” del estudio.
En conclusión “Venom (2018)” es una cinta más de superhéroes que no defraudará a la media del público, entretendrá a muchos, pero obviamente no será del agrado del fanboy comiquero. Pero para eso están las películas en definitiva, para entretener. Y no olvidemos que es un mundo aparte.