Venom: Carnage liberado

Crítica de Alejandro Franco - Arlequin

Me veo frenado para no poner 4 atómicos a Venom: Carnage Liberado. Oh, si, es una afrenta al público, una auténtica falta de respeto… pero, la verdad, me divertí como loco con la película. Cinematográficamente es un engendro – como sus protagonistas -, la historia no tiene sentido, los personajes no tienen trasfondo, Woody Harrelson sobreactúa mal – y eso que Harrelson es un tipo que sabe sobreactuar, solo que aquí no sabe qué tipo de película / personaje sintonizar: si está en onda Asesinos por Naturaleza o loquito como Zombieland o zarpado como Larry Flint… o un poco de todos – y es todo un pastiche de gags y efectos especiales; pero a mí me gustó. Y por el amor que me merecen uds es que no le pongo un cuarto atómico (o se lo pongo, sólo que es invisible frente al resto del público).

En sí Venom: Carnage Liberado tiene mas ritmo que el filme original. Ahí el villano era mediocre, se tomaba en serio a sí mismo. Acá está Harrelson como loquito con mal peinado, un condenado a muerte que quiere ver a Eddie Brock (Hardy) a toda costa, como si el tipo fuera gran cosa o el próximo Bob Woodward. Como el simbionte que lleva Hardy en su cuerpo es mas vivo que el propio Hardy, descubre una parva de pistas en la celda de Harrelson que le ayudan a resolver un millón de casos pendientes – léase, asesinatos no resueltos y cadáveres no encontrados – del asesino en serie. El tipo se enoja mal con esto – ya no tiene como negociar mas estiramientos de la ejecución – y lo muerde. Chin, púm, Harrelson se contagió con la sangre infectada de Hardy, ahora tiene su propio simbionte – que es rojo, mas grande y malo – y sale en misión de venganza.

Considerando que esto está agarrado con los pelos del MCU, no se entiende cómo la novia de Harrelson tiene superpoderes en un universo donde los X-Men aún no existen. Tampoco le interesa al libreto explicar por qué los tiene, cuándo aparecieron o siquiera qué hizo la flaca para terminar en el internado de pibes peligrosos. La motivación cero se aplica a Harrelson también, que sólo sabemos que sus papis eran malos y por eso los pasó por la picadora de carne pero tampoco cómo diantres éso se le convirtió en vicio y terminó achurando como a cien personas.

Si uno perdona eso y apaga el cerebro, Venom: Carnage Liberado funciona como una de los Tres Chiflados pero con simbiontes. Andy Serkis (que sabe mucho de CGIs loquitos con doble personalidad) le pone mucha garra a las escenas de acción – son espectaculares – y, a la hora de la comedia física, esta gente se casca como Larry, Curly y Moe – en especial la pareja disfuncional de Venom con Hardy; incluso diría que Hardy y Harrelson funcionan mejor cuando hacen de marcianos devoradores de cabezas que poniendo cuerpo y rostro a sus vacuos personajes humanos -. Naomi Harris está desperdiciada, el por qué Michelle Williams – con su cara de Valium / actriz de carácter – sigue aquí es inexplicable (salvo por los u$s), y nada tiene demasiado sentido salvo que todo es una catarata de chistes y acrobacias increíbles. Es como si Sony quisiera convertir a la franquicia de Venom en su propia Deadpool – tiene su gracia, lo admito, pero Hardy no le llega a los talones de Ryan Reynolds -.

Con toda su bobera pasada de rosca, para mi Venom: Carnage Liberado me resultó una pasada… reconociendo que es cine del malo con cero substancia. Digamos que me agarró en un mal día que precisaba reírme desesperadamente y por eso me cayó en gracia. Es olvidable y divertida y quizás lo mas substancioso que tenga sea la sorpresa post créditos del filme, donde Sony parece decidido a empardar las cosas con el MCU y hacer su propio universo cinematográfico basado en Arañita. Considerando la letanía de los últimos títulos oficiales Marvel no me parece una mala idea – que hagan algo bobo, divertido y pasatista en vez de seguir lloriquieando por Thanos, los Vengadores, la Tierra en peligro, bla, bla, bla – porque, al final de cuentas, los comics están para distraer y no para tomarse en serios a sí mismos.