Venganza implacable

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

En venganza implacable Liam Neeson vuelve a encarnar a otro clon de Bryan Mills, el protagonista de Taken, con la particularidad que en este caso el ex marine es un ladrón con remordimiento de conciencia.

En esta oportunidad el actor encarna a un ladrón implacable que no pudo ser detenido por la policía y su vida se complica cuando se enamora de una mujer y decide entregarse a las autoridades con el fin de devolver el dinero que robo.

Unos detectives corruptos entran en juego y nuestro héroe queda implicado en un homicidio que no cometió. Como podrán apreciar la premisa es terriblemente genérica y se hace llevadera por la presencia del protagonista que brinda una buena interpretación.

Lamentablemente el director Mark Williams no consigue hacer nada interesante con el concepto argumental y el espectáculo que ofrece deja sabor a poco.

De las tres películas que estrenó Neeson este año (las otras fueron The Marksman y The Ice Road) esta es la más floja. Sobre todo porque se queda muy corta en materia de acción y las pocas secuencias que ofrece Williams son mundanas.

En materia de realización no hay ningún momento destacable que permita resaltar su dirección. Si son fans del actor tampoco está mal para distraerse un rato pero dentro de esta etapa del artista en el cine de acción, Venganza implacable es una de las producciones más flojas que hizo en los últimos años.