Vacaciones

Crítica de Lucas Rodriguez - Cinescondite

Treinta años después del icónico primer viaje de la familia Griswold hasta el parque de diversiones Walley World, las ruedas vuelven a girar en Vacation, una secuela que actúa como potencial reinicio de la franquicia y que no tiene miedo de irse de boca más de una vez con desopilantes situaciones que la familia debe atravesar.

Hablo desde mi propia experiencia, pero a más de uno le habrá pasado el haber enganchado en la televisión vespertina de un fin de semana alguna de las entregas de las National Lampoon's Vacations. Originada allá lejos y hace tiempo por el gigante John Hughes y dirigida por un tanque de la comedia como Harold Ramis, el vehículo de lucimiento para Chevy Chase es parte fundamental de la infancia de uno, y hay escenas icónicas que han quedado en el inconsciente colectivo. Lo mismo debe haberles ocurrido a los directores y guionistas John Francis Daley y Jonathan M. Goldstein. Los jóvenes tomaron las riendas en esta oportunidad y construyeron un monumento nostálgico al pasado de la serie, mientras le agregan el estilo de la comedia americana de hoy en día: zafada, escatológica, burda y cruda cuando la situación lo requiere, pero con un toque de humanidad en sus personajes y una enseñanza bien, pero bien al fondo de todo.

Desde los idénticos títulos iniciales con la inoxidable "Holiday Road" de Lindsey Buckingham -el himno de la saga- hasta los guiños con el aparatoso vehículo de viaje, la chica del Ferrari y la aparición de los viajeros originales, Clark y Ellen Griswold, Vacation puede parecer más una excusa para reiniciar y rememorar que para crear una historia nueva. Pero cuando decide escarbar en las emociones de los personajes y exponer qué los motiva, es cuando el panorama se ve diferente. Ahí cuando el patriarca original quería tener un lindo gesto para pasar más tiempo con su familia al viajar al parque de diversiones, el ahora crecido Rusty Griswold -un Ed Helms fantástico como siempre- necesita de este viaje en ruta para salvar a su familia, recomponer el matrimonio con su alicaída esposa y ganarse a sus dos hijos, desconectados totalmente por la tecnología y problemas de edad.

Los conflictos no se hacen esperar, y si bien la nostalgia ayuda mucho a levantar el espíritu de esta entrega, el trabajo de Helms junto a la genial Christina Applegate crea un ambiente ameno, que no rivaliza el de Chevy Chase y Beverly D'Angelo sino que trabaja en vetas diferentes. El dúo de hijos, interpretados por Skyler Gisondo y Steele Stebbins, se roban varias escenas, sobre todo el menor de ellos, un psicópata indescriptible que no pierde tiempo en molestar a su hermano mayor, el sensible de la familia. Se puede objetar que en la original no se enfocaban los conflictos de cada Griswold sino en el conjunto en general y acá todo cambia, ya que los cuatro integrantes del clan tienen sus momentos.

Es quizás una lástima que una gran actriz como Leslie Mann quede relegada a unas pequeñas escenas como Audrey Griswold y se enfoque todo en el lucimiento de Chris Hemsworth y su situación debajo de los pantalones. Hemsworth tiene pasta, pero su parte es totalmente repetitiva y no aporta casi nada a la trama, dejando a una gran comediante como Mann a la deriva y sin peso. Hay algún que otro cameo en el camino, pero es preferible no adelantarlo -tampoco es tan grande, pero tiene un desenlace más que divertido-.

Vacation ocupa bastante de su tiempo rememorando en el pasado, y a veces tiene problemas encontrando una personalidad propia, pero cuando lo hace, toca las teclas apropiadas y lo que sigue a continuación son situaciones incómodas, pasadas de rosca y totalmente entretenidas. Teniendo en mente la original, el resultado es mucho más disfrutable.