Vacaciones explosivas

Crítica de Juan Campos - Loco x el Cine

Mel Gibson vuelve a la acción en una película ambientada en un corrupto y turbulento México.

Por un segundo vamos a ser buenos y vamos a omitir todos y cada uno de los clichés racistas en los que Vacaciones explosivas cae. Para Mel Gibson, co-autor de la película junto al director Adrian Grunberg (famoso por ser director de segunda unidad en Amores perros, entre otras), México es algo así como el infierno en la tierra, y prácticamente todos los personajes de la película que cargan con esa nacionalidad son sucios, corruptos, delincuentes y quién sabe cuantas cosas más. Pero vamos a dejar una brecha abierta a la tolerancia (algo que la película no hace) ya que de alguna forma estamos (mal) acostumbrados a los lugares comunes en los que las películas de acción norteamericanas caen cuando se habla del sur de su país. Es difícil, ya se, y un mexicano podría no sentirse feliz. Pero sin sacarse este velo, sería imposible dar una crítica objetiva de Atrapen al gringo.

El gringo (no sabemos su nombre) acaba de dar un golpe en los Estados Unidos y, perseguido por la policía (liderada por Bill -Dean Norris, que hace un papel similar como Hank en Breaking Bad-) decide huír cruzando (literalmente) el muro que separa México de los Estados Unidos. Allí la policía local decide tomarlo como prisionero para quedarse con su botín, y es encerrado en El Pueblito, un establecimiento carcelario inmenso, que parece una pequeña ciudadela marginal. Allí El gringo deberá aprender a vivir en ese entorno, utilizando su inteligencia como bribón y la ayuda de un pequeño de 9 años, que vive allí con su madre, luego de que su padre (un traficante de drogas) fuera asesinado por uno de los tipos más poderosos de El Pueblito.

El problema mayor es que hay algo grande que los poderosos cocinan dentro de las paredes de esa institución, y el chico tiene algo que los líderes desean con todo su corazón. Entonces, el equipo formado por el estadounidense y el pequeño se convertirá en lo más valioso que ambos tienen para sobrevivir en ese infierno en la tierra.

Vacaciones explosivas (Get the Gringo, 2012) es una película netamente divertida, que nos hace acordar un poco a esa temporada de Prision Break en donde Scofield es confinado a la prisión de Sona, en Panamá, pero con más humor, del típico que caracteriza a Mel Gibson en sus películas de acción. Aquí el actor vuelve a hacer lo que mejor le sale: un tipo duro, cínico, sarcástico y siempre con un as bajo la manga. Sobreanalizar Atrapen al gringo es quitarle todo lo que tiene de bueno, ya que como aquellas películas ochentosas en donde el héroe cargaba armas con municiones ilimitadas, esta cinta no nos deja hacer más que sentarnos, reirnos y disfrutar como animales con cada plan y enfrentamiento de nuestro antihéroe.