Vacaciones explosivas

Crítica de Bernabé Quiroga - CiNerd

YO APOYO LA MOCIÓN... ¡CON TODA VIOLENCIA!

Mel Gibson solía ser una de las estrellas más solicitadas, queridas y reconocibles de cine. Pero comentarios racistas, ataques de agresión, incidentes en estado de ebriedad y una etapa como director de films violentos lo alejaron del corazón y la vista del público. Sus intentos de regresar con películas como AL FILO DE LA OSCURIDAD (2010) o LA DOBLE VIDA DE WALTER (2011) no sirvieron de nada. Pero en lugar de bajar los brazos y desaparecer para pasar al olvido, decidió hacer las cosas a su manera. Triste, cansado y enojado - pero mucho más sabio -, Gibson se dedicó a producir, co-escribir y protagonizar un thriller de acción con un personaje principal triste, cansado y enojado, al que encierran en una prisión mexicana y debe arreglárselas para sobrevivir adentro y cobrar venganza afuera. Este bardero criminal de mil nombres (Bozzo, Dennis, Rubén, Reginal T. Barns, Richard Johnson, Gringo) se mete en un quilombo que incluye policías corruptos, dinero sucio, al líder de la prisión y al hígado de un niño, para terminar convirtiéndose por accidente en un anti-héroe de esos que Gibson interpreta con los ojos cerrados. No es una obra maestra ni su mejor trabajo, pero sí su mejor película en mucho tiempo. Es VACACIONES EXPLOSIVAS (o GET THE GRINGO o HOW I SPENT MY SUMMER VACATIONS, 2012), su verdadero regreso a la acción y la prueba viviente de que, a pesar de que muchos ya no lo quieran, soliciten o reconozcan, Gibson fue, es y siempre será un grande.

Tocar fondo muchas veces implica que ya nadie espera nada de uno. En parte eso es bueno porque es la oportunidad perfecta para sorprenderlos a todos, y VACACIONES EXPLOSIVAS es una grata sorpresa. Graciosa, algo loca, desprejuiciada y fresca, pero también oscura, cruda y dura, la película entretiene al lograr equilibrar eficazmente sus dos aciertos: Gibson y el guión. El primero compone un intrigante personaje que se las sabe todas y que rápidamente se ganará el corazón del público a pesar de ser uno de los más malhablados, sarcásticos, agresivos y moralmente cuestionables de su filmografía. Lejos de querer retirarse, Gibson patea traseros a lo loco y llena a la película de una onda nostálgicamente divertida - algo parecido a lo que lograron hace unas semanas Stallone y sus amigos con la genial LOS INDESTUCTIBLES 2 (THE EXPENDABLES 2, 2012), solo que no tan exagerado y mucho más realista -. También cumple con eficacia en los momentos de humor, en las partecitas dramáticas y en las secuencias de acción que, si bien no son muchas y a veces resultan poco novedosas, sorprenden de vez en cuando con escenas como la de un intenso y sangriento tiroteo en cámara lenta. El resto del elenco (la mayoría mexicanos hablando en mexicano) cumple pero no sorprende, y a veces ni siquiera cumple.

No se dejen engañar, porque no es para nada tan explosiva como indica el título que le pusieron en nuestro país. Pero todo lo que carece de acción, VACACIONES EXPLOSIVAS lo compensa con un acertado guión. Este nunca da respiro ni deja de entretener y maneja sin problemas las muchas sub-tramas que se entrecruzan, con originalidad, ironía y, en ocasiones, altas dosis de violencia, locura y crueldad. Hay algunas historias y personajes más débiles que otros, pero en definitiva la película es una sobredosis de Mel. Su voz en off acompañándonos a lo largo de todo el film y el llamativo y rico estilo visual del debutante Adrian Grunberg son otros rasgos de originalidad que hacen de VACACIONES EXPLOSIVAS una película para todos aquellos que alguna vez se preguntaron “¿Cuándo dejamos de admirar al hombre con un lanzallamas o un arma que esparce ácido corrosivo?”. Porque además de entretener, sorprender y no decepcionar, este nuevo exponente del cine de acción es también otra buena forma de recordar esa admiración que sentíamos por ese hombre.