Unidos

Crítica de Martín Chiavarino - Metacultura

En busca de la hechicería perdida

El nuevo film de la productora Pixar, Unidos (Onward, 2020), cuya traducción literal es “adelante”, es un film animado sobre un adolescente cuyo padre ha fallecido antes de que él naciera y que al cumplir dieciséis años recibe un báculo de mago con instrucciones para revivir a su progenitor por un día. Ian es un adolescente flaco y taciturno, tímido, sin amigos, que aún no encuentra su lugar en el mundo, a diferencia de su hermano, Barley, un joven extrovertido y corpulento un par de años mayor que él. Lleno de energía e impetuosidad, pero siempre guardián de su hermano, Barley impulsa a Ian a emprender una cruzada para encontrarse con su padre ante un percance en el hechizo que lo debía traer de vuelta, el cual solo consigue revivirlo de la cintura para abajo. La mitad del padre y sus hijos emprenden así la búsqueda de un diamante mágico en una aventura que les permitirá encontrarse por primera vez, pero para ello Ian deberá aprender el arte de la hechicería bajo la supervisión de su fanático hermano.

El relato se centra en la recuperación de las tradiciones mágicas perdidas debido a su reemplazo por la tecnología, que de a poco ha domesticado a todos los seres, convirtiéndolos en dependientes de sus artefactos y olvidando sus poderes. Tan solo la urgencia ante el peligro permite su recuperación, algo que aparece por ejemplo en los hechizos de Ian o en escenas con las hadas. En un mundo donde la magia estaba al servicio de la solidaridad, la tecnología ha apaciguado la aventura y eliminado la historia. Barley, un jugador de rol, combina la practica lúdica con el conocimiento histórico en una defensa de las tradiciones identitarias y del patrimonio mágico de la ciudad que expone los conflictos entre el progreso y la tradición, la tensa convivencia entre la necesidad de no olvidar el pasado y la mirada del presente fijada en el porvenir.

Unidos trabaja con gran detallismo tanto la imagen como la construcción de los personajes y la acción. Además introduce ideas progresistas sobre respeto y convivencia en la narración sin forzar ninguna escena ni ningún tópico. La historia rompe con la construcción clásica de personajes mágicos, presentando unas hadas motoqueras punk, una mantícora transformada en emprendedora y un juguetón dragón mascota. El juego con los estereotipos de la mitología permite construir situaciones cómicas que funcionan muy bien y plantean una mirada menos solemne de los mitos aunque no menos respetuosa.

El guión del director Dan Scanlon junto a Jason Headley y Keith Bunin tiene un gran desarrollo psicológico de cada personaje. Desde el despertar del instinto salvaje de la mantícora hasta la madre guerrera, pasando por el policía centauro, los unicornios que revuelven la basura o las hadas punk, cada personaje tiene sus particularidades cómicas y gestos característicos, pero también un conflicto con el pasado alrededor de los poderes dormidos que poseen. El final de la aventura tiene sus claroscuros, lo que permite que algunos personajes se destaquen, especialmente los personajes femeninos, y que se cierre la narración pero sin sorprender demasiado con la conclusión, la siempre esperable redención y el encuentro de la identidad con la consiguiente pérdida de la timidez.

La música de Mychael y Jeff Danna compuesta especialmente para la película es realmente extraordinaria, aportando a la construcción de las escenas y por supuesto ofreciendo canciones inolvidables. La banda sonora también incluye composiciones de Tom Petty, Danny Elfman y The Cars en un combo nostálgico muy acorde a la propuesta del film, que apela constantemente a la retromanía con una estética de cine de los años ochenta.

Scanlon, que ya había dirigido la precuela de Monsters Inc. (2001), Monsters University (2013), logra aquí crear una historia sobre la necesidad de convivir con el pasado sin olvidarlo, considerándolo como una enseñanza ancestral que no debería ser eludida para no repetir los errores de antaño. De esta forma Pixar consigue otra película cálida y entrañable, con un diseño de imagen impecable, excelentes canciones y una historia para redescubrir la relación con el pasado no siempre tan lejano.