Unidad XV

Crítica de Patricia Chaina - Motor económico

Dirigentes peronistas detenidos en el Penal 15 de Río Gallegos, ofrecen una singular lección de historia en esta recreación de un hecho real.

(Por Patricia Chaina. (Especial para Motor Económico)) De las anécdotas que construyen la grandeza del peronismo quizá las más interesantes sean las menos conocidas. Muchas de ellas, por la magnificencia que ostentan aún sin proponérselo, se convierten en estandarte, en emblema. Son situaciones “de película”. La fuga del Penal 15 de Río Gallegos en 1957, es uno de esos momentos, épicos. Traslado al cine por Martin Desalvo, el acontecimiento que cimentó una leyenda se ofrece no solo como una postal de época, en una ficción dominada por los criterios del suspenso carcelario como género. Permite una relectura del peronismo como movimiento político y de su dimensión histórica, ampulosa, desbordante, ecléctica.

A ese fin del mundo que bien retrata la película, un páramo árido y frío en el desierto patagónico, fue confinado un grupo de dirigentes cuando la Revolución Conservadora arrasa con el país construido por el peronismo. Con Perón en el exilio, la Patria y la vida de estos dirigentes corren peligro. Desalvo elige reducir el grupo a los diputados Héctor Cámpora y John William Cooke, al ultraderechista Guillermo Patricio Kelly y al financista Jorge Antonio Chibene. Aunque en la realidad José Espejo, dirigente de la CGT, y el petrolero Pedro Gomis completaban el cuadro.

La película logra una versión ágil y entretenida de esta proeza ya bautizada por la prensa de su época como “una fuga de película”, que permitió a los prófugos atravesar la frontera, llegar a Chile y salvar sus vidas. Pero aún cuando el espectador conozca la historia, el filme se sostiene de principio a fin con un alto nivel de tensión y suspenso. Es una de sus virtudes. Y la trama que maniobra entre el ambiente carcelario, muy realista y la actitud de los personajes, guiados por motivaciones personales y políticas que se convertirán en líneas doctrinarias, muy definidas y diferentes, dentro de ese arco político.

Desalvo dirige un elenco sólido donde el peso actoral de cada uno suma densidad al relato: Campora es interpretado por Carlos Belloso; Kelly por Diego Gentile; Jorge Antonio por Lautaro Delgado; y Cooke por el actor y también dramaturgo Rafael Spregelburd. Cada uno asume su personaje con solvencia. Los contrapuntos del guion ofrecen diálogos intensos. Y las actuaciones responden a la propuesta construida sobre un moderno andamiaje técnico: luz y sonido en ajustada sintonía y una puesta de cámaras que falsea los encuadres tradicionales y lleva al espectador a la reflexión. Parece volver a decir: ‘Esto es ficción, pero fue real’.

Ese sentido de realidad entrando en cuadro, habita el espíritu del filme. El afuera ingresa en forma recurrente y convierte la anécdota en metáfora de la realidad. No solo por una mala costumbre histórica en nuestro país, donde los dirigentes opositores, peronistas en general, son detenidos cada vez que hay un régimen conservador en el poder, sino porque en las últimas secuencias de la película, donde solo el criterio de unidad permite pensar en la posibilidad de concretar la fuga, no es posible dejar de pensar en 2019, y en lo que vendrá.

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Ficha:

Título original: UNIDAD XV / País: Argentina / Año: 2018 / Director: Martín Desalvo / Elenco: Lautaro Delgado, Rafael Spregelburd, Diego Gentile y Carlos Belloso / Guión: Francisco Kosterlitz y Martiniano Cardoso / Fotografía: Nicolás Trovato / Diseño de sonido: Flávio Nogueira / Música: Jorge Chikiar / Duración en minutos: 104 
 M. Chaina