Unidad XV

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

La historia política argentina del último siglo ha sido transitada por una serie de films que han nutrido el panorama audiovisual nacional, dentro de las cuales destaca “Rojo” (de Benjamín Naishtat) como su exponente reciente más logrado. Siguiendo la mencionada tendencia, aunque destacando un contexto histórico diverso, “Unidad XV” recrea uno conocido episodio de encarcelamiento que sufrieran dirigentes peronistas durante la dictadura ejercida por el gobierno que derrocara a Juan Domingo Perón durante su segunda presidencia, en 1955.

Bajo el golpe de estado dado en llamar ‘La Revolución Libertadora’ se persiguió a afiliados al peronismo, encerrándolos bajo extremas condiciones. Bajo la mencionada coyuntura, la película relata las vivencias de un grupo de renombrados dirigentes vinculados a Perón, entre los que se encuentra Héctor Cámpora (Carlos Belloso), John William Cooke (Rafael Spregelburd), Jorge Antonio (Lautaro Delgado) y Guillermo Patricio Kelly (Diego Gentile), quienes fueron recluidos en la prisión de Rio Gallegos, a la espera de una orden de fusilamiento.

Cuando pertenecer a dicho bando político o poseer vinculaciones al mismo era ilegal, el cuarteto protagonista se verá enfrentando a un panorama por demás complicado y sufriendo en carne propia el rigor del aislamiento. Ante tal panorama, se hace imprescindible escapar de allí, planear una huida. Con ciertas similitudes al thriller político “Crónica de una fuga”, dirigido por Adrián Caetano en 2006, Desalvo nos muestra cuatro personajes bien diferenciados en sus personalidades e interpretados de forma inmejorable por un elenco de lujo. Los reclusos que comparten ideales políticos son encarcelados por sus ideas y parecen tener en común un único objetivo: escapar a una muerte segura que les espera como destino.

Estéticamente muy cuidada, “Unidad XV” se vale de una gran reconstrucción de época, para recrear la antigua prisión construida sobre el ex penal de Caseros. Por otro lado, la fotografía de Nicolás Trovato aporta el matiz necesario para generar la atmósfera adecuada. La sequedad que transmiten los paisajes nos transporta a la lejana y ventosa locación del sur, en donde el film se transforma en un relato de supervivencia ante el intimidante poder militar, no sin las cuotas de gracia que provee la forzada convivencia bajo privación de la libertad.

La historia se desarrolla –mayormente- contenida dentro del espacio geográfico carcelario. Allí es donde el director muestra un sobrado manejo de los tiempos para potenciar esa inercia narrativa. Poco a poco, vamos conociendo acerca de sus ideas políticas en detalle y también de las flaquezas que exhibe cada uno. Allí el relato adquiere un tono intimista, poniendo el acento sobre las relaciones humanas. Es interesante, en este sentido, el acercamiento que hace Desalvo a los protagonistas de su historia: humaniza a sus personajes mostrando sus debilidades bajo condiciones extremas, no obstante no llega a demonizar a sus antagonistas. El autor concibe, entonces, un minucioso estudio de los caracteres masculinos que dan vida a esta épica de escape, para lo cual el personaje de Mora Recalde cumplirá un rol fundamental.

“Unidad XV” consolida su propuesta erigiéndose como un film de notable factura, plagado de simbolismos que desnudan traiciones y lealtades de ambos mandos, proveyendo diversos niveles de análisis sociopolíticos. El notable director de “Las mantenidas sin sueños” retrata un episodio que esboza la realidad violenta y antagónica que vivió Argentina durante su último siglo de vida político, sísmico e intolerante. Un reflejo tristemente actual de este terremoto político que está reverberando en nuestra actualidad.