Uncharted: fuera del mapa

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Ruben Fleischer forma parte de esos laburantes de Hollywood que divide su tiempo entre las realización de comerciales, episodios de series de televisión y las películas que le encargan los grandes estudios.

Sus trabajos no tienen una personalidad o visión definida y a veces puede sacar una buena película como Zombieland y en otras ocasiones un bodrio olvidable como Venom. En Uncharted presenta una labor correcta donde tuvo la tarea de desarrollar una propuesta de aventuras basada en el video juego homónimo de PlayStation que cobró popularidad en los primeros años del siglo 21.

Durante más de una década los medios de prensa relacionados con el cine cubrieron la producción de este film que tuvo numerosos problemas para concretarse. Mark Wahlberg originalmente iba a encarnar al aventurero Nathan Drake en una película que lo reuniría con el director David O. Russell (American Hustle, Three Kings) y en la que participarían Robert De Niro y Joe Pesci en roles secundarios.

El proyecto después se pinchó y aunque atravesó diversos contratiempos, Wahlberg siempre siguió vinculado con Uncharted. El tema es que con el paso de los años tuvo que cederle por una cuestión de edad el rol de Drake a otro actor. Nunca jugué este video juego por lo que no puedo analizar el film desde su adaptación.

Como propuesta cinematográfica me pareció un film pochoclero sólido que trae al recuerdo ese tipo de aventuras que años atrás presentó Jerry Bruckheimer con Nicolas Cage en La leyenda del tesoro perdido. Inclusive hasta la estética de la fotografía y el estilo de realización de las secuencias de acción son parecidas a las entregas de aquella saga.

Tom Holland en un papel diferente al Peter Parker aniñado de Marvel saca adelante el rol principal con mucha dignidad y la película se disfruta principalmente por la química que gesta con Wahlberg. La dupla es atractiva y funciona muy bien dentro de un relato que no tiene más ambiciones que ofrecer un buen entretenimiento pasable.

Antonio Banderas aporta un villano excéntrico de cómic y el director Fleischer le pone la onda necesaria a las secuencias de acción para que las dos horas que dura el film se hagan llevaderas.

Creo que un inconveniente que tiene Uncharted es que al haber sido realizada por un cineasta que abordó el proyecto en piloto automático tal vez le falta el golpe de efecto necesario para cautivar al público con una futura franquicia. Algo que consiguió en su momento Jerry Bruckheimer con el director Jon Turteltaub en los mencionados filmes de aventuras.

Si Uncharted no llega a tener una continuación la verdad es que nadie terminará decepcionado porque es una producción que se borra de la mente con facilidad y tampoco te enamora para pedir más aventuras con estos personajes. Simplemente está bien para matar el tiempo mientras esperamos la llegada de Batman.