Una segunda oportunidad

Crítica de José Tripodero - A Sala Llena

Porque es un hombre bueno

Nicole Holofcener es un nombre del que brotan más títulos en TV que en cine, sin embargo es en este último lenguaje donde se ha destacado, pensemos en Saber Dar y especialmente en Amigos con Dinero. Esta última guarda relación con su nueva película, Una Segunda Oportunidad (otro título horrible que pasa a engrosar la abultada lista de este año), ya que ambas pertenecen al subgénero “comedia de personajes”, un rubro que la directora maneja con destreza. Para definir mejor su cine, podríamos decir que es la cara independiente de Nancy Meyers, la realizadora de Alguien Tiene que Ceder y El Descanso, entre otras.

El mejor capital de estas comedias suele ser el elenco. Aquí sorprende la inclusión de Julia Louis-Dreyfus, más conocida como Elaine Benes de la serie Seinfeld. La carga del relato no parece ser pesada para ella: su Eva es una masajista a domicilio, divorciada y con una hija a punto de partir a la universidad, lo que representa todo un cambio en las vidas de padres e hijos en los Estados Unidos. Reproduciendo la lógica de la mencionada Amigos con Dinero, Holofcener recurre al mismo tejido de personajes: la pareja rica y la mujer soltera/divorciada/separada que tiene que remarla para subsistir, no sólo económicamente sino también en el aspecto sentimental. Por eso es que Eva es llevada por su amiga (Toni Collette, siempre luminosa aunque aparezca pocos minutos) y su marido a una fiesta, allí conoce a una poetisa (la genia de Catherine Keener), quien contratará posteriormente sus servicios de masajista, y a Arthur (o James Gandolfini, es lo mismo) en clave bonachona. Entre estos personajes se mueve Eva, con la poetisa su encuentro deviene en amistad y con Arthur comienza una relación amorosa, a pesar del escepticismo inicial...