Una segunda oportunidad

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Una de las mejores comedias románticas que se hicieron en Hollywood en estos últimos años y que lamentablemente deja cierto sabor amargo por la muerte de James Gandolfini.
Con esta película finalmente había encontrado un proyecto que le permitía despegarse de la sombra de Tony Soprano y no deja de ser triste que este film fue uno de sus últimos trabajos.
Una segunda oportunidad es una muy buen película que también le permitió sobresalir en el cine a una gran actriz como Julia Louis Dreyfus, quien después de Seinfeld recién encontró en este proyecto la gran oportunidad de demostrar su talento como actriz.
La dirección corrió por cuenta de Nicole Holofcener una directora del cine independiente quien desde los años´90 viene haciendo películas de bajo presupuesto con su actriz fetiche, Katherine Keener, quien también fue parte de su nuevo trabajo en un rol secundario.
Creo que el motivo por el cual Una segunda oportunidad viene cosechando tan buenos comentarios es que se trata de una comedia romántica que evitó todos los clichés estúpidos que suelen tener estos filmes en Hollywood.
La película está muy bien escrita y sobresale por tratar las relaciones sentimentales de los personajes con bastante realismo y un muy buen equilibrio entre la comedia y el drama.
Esta es una de las pocas ocasiones en la que James Gandolfini logró con su interpretación que los espectadores se olvidaran por completo del mafioso de Los Soprano con un rol diferente y eso no deja de ser un condimento especial.
Algo que se vio potenciado con la gran química que tuvo con Julia Louis Dreyfous, quien es la gran figura de esta producción.
Hace rato que no se estrenaba una comedia romántica que mereciera su recomendación y no estuviera protagonizada por adolescentes, sino por personajes maduros que tuvieran historias interesantes.
Una segunda oportunidad es una muy buena película que se disfruta muchísimo y dentro de este género es una gran alternativa entre la novedades de esta semana.