Una pastelería en Nothing Hill

Crítica de Marcela Barbaro - Subjetiva

El pintoresco e inspirador barrio londinense Notting Hill, es el escenario ideal para narrar una historia de amor, superación y reencuentros en torno a una pastelería dirigida por tres mujeres unidas tras la pérdida de Sarah.

Una pastelería en Notting Hill, ópera prima de la cineasta londinense Eliza Schroeder, comienza presetando a Sarah mientras se dirige en bicicleta por las calles de Londres hasta el local que abrirá con su mejor amiga, la chef Isabella (Shelley Conn); paralelamente vemos a su hija Carissa (Shannon Tarbet) bailando en su ensayo de danza contemporánea y a su abuela Mimí (Celia Imrie), quien vive del recuerdo de su etapa circense, escribiendo una carta de reconciliación a su hija Sarah. Sin embargo, aquella mañana apacible se transformará en tragedia con la muerte sorpresiva de Sarah. Su pérdida impulsará a las tres generaciones de mujeres a cumplir con su deseo: abrir una pastelería.

Si el comienzo tiñe de nostalgia las primeras escenas, el devenir del relato se encauza hacia zonas más luminosas, donde el aprendizaje y la transformación ante la ausencia impulsan la acción de las protagonistas en su vida personal como en la estética que darán a su negocio.

Con cierta similitud a películas del género como Mi panadería en Brooklin (Gustavo Ron, 2015) o Una buena receta (John Wells, 2015), el guion recurre a situaciones predecibles y al romanticismo que se impregna en cada receta. Bajo un formato clásico, donde la ausencia de Sarah la vuelve más presente, la historia intenta alimentarse de subtramas que nada le aportan a la trama principal ni al lugar donde transcurre.

Una pastelería en Notting Hill combina las buenas interpretaciones de sus protagonistas, con el gusto en la ambientación y el mensaje bien intencionado que intenta endulzar la sensibilidad del espectador entreteniéndolo con las maravillosas delicias y colores que ofrece en pantalla.

UNA PASTELERÍA EN NOTTING HILL
Love Sarah. Reino Unido, 2020.
Dirección: Eliza Schroeder. Guion: Jake Brunger. Intérpretes: Celia Imrie, Shelley Conn, Shannon Tarbet, Rupert Penry-Jones, Bill Paterson, Candice Brown. Producción: Tonio Kellner, Eliza Schroeder, Rajita Shah, Jakob Zapf. Fotografía: Aaron Reid. Música: Enis Rotthoff. Duración: 97 minutos.