Una noche sin luna

Crítica de Cristina Aizpeolea - La Voz del Interior

Velada de redención

Hay en la película de Germán Tejeira una atmósfera de plácida melancolía, un tiempo tranquilo y manso que dispone al espectador a acompañar a los tres protagonistas en su presente de soledad en la noche de Año Nuevo. Todo transcurre durante esa velada en la que supuestamente mandan la fiesta y la alegría, y los buenos propósitos y la posibilidad de corregir el rumbo de la propia vida brillan en el horizonte como una luz a seguir.

Pero en Una noche sin luna abundan los apagones y ninguno de los personajes parece entregarse del todo a la celebración. Se mantienen en su vida sencilla, ajenos a los fuegos artificiales de los que cultivan la fiesta.

En esta comedia amarga, situada en torno a un pueblo uruguayo que se llama Malabrigo pero que podría latir en la geografía profunda de cualquier país, el tiempo pasa y se lleva las oportunidades pero es una noche especial y habrá pequeños gestos amorosos para redimirse.

El taxista César (Marcel Keoroglián), un gigante amable y bonachón, saldrá de la ciudad como un novio enamorado para pasar la Nochevieja junto su pequeña hijita y compartirá un asado en el nuevo hogar de su exmujer. También está Tony, un mago de varieté (Roberto Suárez), que deja la pensión para animar la fiesta del pueblo hasta que el auto destartalado en el que andan él y su conejo blanco los obliga a cambiar de planes, en plena ruta. La tercera historia pone al músico Daniel Melingo en los zapatos de un cantor que está purgando algún error y que en la primera salida transitoria del penal regalará una postal maravillosa cuando suba al escenario. Acompañarlo en esa aventura de libertad bien vale sentarse en la butaca del cine.

Una noche sin luna camina por la senda de aquellas historias mínimas de Carlos Sorín, con guiños de humor perdedor que recuerdan a Felicidades, de Lucho Bender.

Las historias se conectan en la humanidad de estos personajes masculinos y el mérito está en la mirada cariñosa con que Tejeira trata a sus criaturas, que pierden, que empatan, que se reconocen en su mala fortuna pero que nunca se enojan. "Lo que pasa es que últimamente tengo mala suerte", le confiesa el mago a Laura, la chica del peaje que encarna con luz propia la cordobesa Elisa Gagliano para completar este póquer de corazones solitarios.

Una noche sin luna

Comedia dramática

Calificación: Buena

Drama. (Uruguay, Argentina, 2014). Guion y dirección: Germán Tejeira. Con Daniel Melingo, Marcel Keoroglián, Roberto Suárez y Elisa Gagliano. Duración: 78 minutos. En el cine Gran Rex a las 22.05 y en el Dinosaurio Ruta 20 a las 18.20.