Una historia de la prohibición

Crítica de Mex Faliero - Funcinema

ENTRE LA DOCUMENTACIÓN Y LA POCA SUSTANCIA

Una historia de la prohibición, el documental de Martin Reiznik y Juan Manuel Suppa Altman, avanza sobre dos ejes temáticos en los que exhibe resultados dispares. Por un lado es un registro minucioso e histórico sobre el concepto de prohibición en torno a las drogas y por el otro una suerte de toma de posición a favor de la lucha actual en torno a la legalización de la marihuana y el derecho individual al consumo de drogas. Toma de posición en la que se aprecian las buenas intenciones, pero que está sostenida en un recorte demasiado subjetivo; y está claro que cada uno puede hacer el recorte que quiera, lo que no significa que no pueda restarle un poco de valor cinematográfico.

En verdad, como señalan sus realizadores, este es un documental sobre la prohibición antes que sobre las drogas o el narcotráfico. Basándose en el libro La prohibición. Un siglo de guerra a las drogas, escrito por el propio Suppa Altman, la película aporta una documentación precisa y bien detallada históricamente, especialmente en la política que Estados Unidos llevó adelante bajo la idea de “guerra a las drogas”, algo que va de los tiempos de los colonos al presente, con particulares hitos históricos en tiempos de la post “Ley Seca” o en los 80’s de Reagan. La lucha contra las drogas es un asunto que sirve no solo para tratar de controlar el acceso de la sociedad a sustancias estimulantes, sino también para continuar una construcción prejuiciosa y discriminatoria del otro: las drogas, como elemento externo que se introduce al cuerpo, en relación directa con la idea del extranjero que introduce las sustancias en otro país (los “mexicanos”, los “colombianos”). Puede que el documental suene un tanto didáctico en ese recorrido, pero no deja de tener su interés y tanto el relato oral como el montaje son dinámicos.

Como síntesis de ese resumen histórico que hacen Reiznik y Suppa Altman, la idea de un orden represivo de control es el hilo que une las diversas etapas. Un Estado que termina afectando los intereses de los consumidores antes que de los narcotraficantes, llegando incluso al ridículo de la prohibición del cannabis medicinal. Y es ahí donde ingresa la mirada sobre el presente a partir de la presentación del caso de Eric Sepúlveda, un joven cordobés que en 2016 fue detenido por poseer aceite de marihuana medicinal y sobre el que todavía pesa una causa judicial. Es en este segmento donde la película flaquea un poco, puesto que el registro no pasa de cierta convención formal (casi de informe televisivo), a la vez que resume su búsqueda de información en testimonios que sostengan su propia tesis. Tanto en el viaje a Uruguay para conocer los pormenores de la legalización en aquel país como en su retrato de una fuerza policial dedicada a la lucha contra el narcotráfico lo que se observa es un temor a la fricción, a contraponer miradas que pongan el propio discurso en tensión. Seguramente el consumo de marihuana (y otras sustancias) está lo suficientemente demonizado como para darle entidad en esta película a voces contrarias. En todo caso Una historia de la prohibición se puede interpretar como un documental que milita, con corrección, una causa.