Una cigueña en apuros

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Richard es un gorrión adoptado por una cigüeña que se cría pensando que es una de ellas, hasta que llega el momento de la migración y el queda librado a su suerte, pero con una determinación de hierro para llegar hasta África. En el camino conocerá a dos amigos con iguales crisis de identidad que lo acompañaran en la larga travesía A la manera de las road movies, la película desarrolla las ideas sobre la familia mas allá de los lazos sanguíneos, pero también el sentido de pertenencia a determinado grupo o comunidad, la exclusión y el aislamiento de individuos que no responden a determinados patrones de “normalidad”. Y la bienvenida cooperación y solidaridad frente a la adversidad, y la importancia de la amistad. No son planteos nuevos. Cumple con su función de entretenimiento, aunque los más chiquitos no se enganchan del todo quizás porque el gorrión es algo arrogante, las cigüeñas poco empáticas, el loro algo desagradable. Apuros a medias.