Una canción coreana

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Luego de su paso por el BAFICI 14 (el año pasado), llega al Centro Cultural San Martín, “Una canción coreana”, documental que nos traen Gustavo Tarrío y Yael Tujsnaider sobre la vida de una mujer muy particular. Para los que no lo saben, es el nombre de un restaurant en la calle Carabobo al 1500, propiedad de la familia de la soprano An Ra. Ella es ama de casa, aplicada, amable y podría decirse, típico ejemplo de la inserción de la comunidad en Argentina. Vive en el Bajo Flores y realiza varias actividades artísticas allí, la más destacada es sin dudas, la interpretación y el trabajo con coros.
Tarrío y Tujsnaider se encargan de seguir a la protagonista, a lo largo de su día. Registran su relato, haciendo historia de cómo llegó su familia a Argentina, la acompañan en su perfomance en un teatro del under, la siguen en comercios y también, incluso, en un viaje familiar donde el film terminará por cerrar algunas ideas, sobre el valor que le da la cultura coreana a la expresión en todas sus formas. An Ra es metódica, precisa y sumamente simpática, por lo cual, "Una canción coreana", es un registro accesible, en el que nos adentramos no sólo en su figura, sino en el micromundo en el que giran sus afectos.
Si encontramos que el relato podría haber elegido registrar menos recorrido (hay algunos apuntes que sentimos que se podrían obviar) porque quizás no todo reviste un interés central (sí es pintoresco, seguro) y con algún giro en el abordaje la cinta hubiese ganado más interés. Claro, la observación sería quizás no tan natural o espontánea, pero al espectador le sería más rica y atraactiva (creo que en los registros documentales, y espero no se enojen los cineastas que lo trabajan, la mayor parte de las veces, “menos es más”).
Sí creo que no hay muchos ejemplos de observación de esta comunidad en fílmico, así que esta es una buena oportunidad para saber más sobre como viven en nuestra cultura y la importancia de los valores que sustentan la fisonomía de quienes son estos increíbles inmigrantes. Si lo tuyo es acercarte a ella (¿a qué occidental no le atrae posar sus ojos sobre lo oriental?), no dejes de elegir en esta melodía y compartirla. A tener en cuenta.