Una banda de chicas

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

Marilina Giménez fue una de las integrantes de Yilet, banda de rock integrada por mujeres que marcó una bisagra en el ámbito musical argentino. Luego de haber dejado la agrupación en 2013, Giménez empuñó la cámara para filmar este documental centrado en la no siempre armónica relación entre la escena artística under, el rock y las mujeres.

Visto en el Festival de Mar del Plata del año pasado, Una banda de chicas reúne a varias referentes importantes de la escena local (las integrantes de Las Taradas, Kumbia Queers, Miss Bolivia, Chocolate Remix y She Devils, entre otras), quienes frente a cámara recorren sus historias personales y artísticas. Historias atravesadas por la discriminación generalizada de una industria que históricamente miró de reojo a las mujeres.

Esas entrevistas se intercalan con una buena cantidad de material de archivo que muestra a las distintas bandas en acción, dando cuenta de sus estilos diversos pero siempre contestatarios. Ahí radica el núcleo más interesante de este documental un poco esquemático en su estructura, pero de enormes resonancias sociales. Porque Una banda de chicas no es solo una experiencia plácida para melómanxs: se trata también de un fresco social, político y cultural de indudable actualidad.