Un viaje extraordinario

Crítica de Leandro Porcelli - Cuatro Bastardos

Un Viaje Extraordinario: Una imposible historia real.
El director de La Teoría de Todo y Man On Wire nos ofrece una desgarradora e increíble historia real, protagonizada por un trágico Colin Firth.
Aunque el nombre de James Marsh estará siempre asociado al mejor documental de los 00s (Man On Wire), es realmente difícil ver está película sin pensar en el último trabajo de su director: La Teoría del Todo. Obtuvo casi 20 nominaciones entre Oscars, BAFTAs y Globos de Oro, con una lluvia de halagos coronados por un Eddie Redmayne que conquistaría todo premio por haber gracias a una soberbia actuación. Seguramente todos los involucrados en este nuevo proyecto esperen algo similar por todas las similitudes de este nuevo film, empezando por su protagonista ganador del Oscar.
Colin Firth protagoniza la increíble historia real de un navegante amateur que se propone competir en la primer carrera en barco alrededor del mundo sin detenerse y con un solo tripulante a bordo. Lo que empieza como un hermoso sueño para probarse a si mismo, dar a conocer su empresa de accesorios de navegación y ser un ejemplo para sus hijos se transformara en una condena que lo obligara a enfrentar un reto imposible, poniendo un peso inconmensurable tanto en sus propios hombros como en los de su familia y esposa, interpretada por Rachel Weisz.
Sin entrar en más detalles de la trama para mantener desenlaces desconocidos para aquellos que no estén tan familiarizados con la epopeya que tuvo lugar en la vida real, hay que decir que tal y como el viaje de su protagonista, la misma película se encargara de dar un par de fuertes timonazos inesperados cuando lo que parecía es que iba a mantenerse en el camino de lo normal y aceptable. Aunque en aspectos técnicos como por ejemplo la fotografía se mantenga en la ruta de lo seguro, el guion resulta tan encantador pero indomable como las aguas (y temáticas) que decide explorar, y queda en las manos de su director lograr sobrevivir su tormenta.
El guion, junto a la mano más que capaz de Marsh, nos lleva junto al personaje de Firth por una aventura que a pesar de sus comienzos terminara convirtiéndose poco a poco en una pesadilla. Una vez en alta mar, lo fragmentado de la historia finalmente habrá impactado negativamente el ritmo del film pero afortunadamente la calidad de su director se asegurara de que, al menos en la mayoría de sus secuencias individuales, uno pueda disfrutar a pleno de un concepto tan bien realizado y con tremendo talento actoral.
Firth en el papel protagónico logra entregar su ya familiar profundidad, dotándole a su personaje tormentas interiores que podrían tranquilamente haberse perdido en manos de un actor de menor calibre. Y aunque el elenco posea otros nombres destacables, es Rachel Weisz quien logra brindarle a su rol de “esposa esperando en el muelle” toda la vitalidad y solides que se asegurara de que un film tan centrado en su protagonista de todas maneras se sienta como la lucha de una familia y el impacto que los sueños condenados pueden tener en las personas.
A pesar de todos los galardones, La Teoria de Todo se encontró con muchas críticas apuntando a lo artificialmente idealizado de aquel romance. Pueden verse síntomas de esa condición que termina aquejando a todos los proyectos de su director (y que en el caso de Man on Wire, termino significando su aporte más valioso al proyecto), ya que este film también sufre por varios momentos el ser una historia cómoda que apunta a lo seguro y rentable. Pero en este caso, el director James Marsh entrega un film increíblemente valeroso que demuestra estar a la altura de una historia tan temible y peligrosa como el mar mismo. Los problemas abundan, pero la esencia de la película es tan potente que seguramente alcance para que la mayoría pueda encontrar lo precioso y valioso en este relato.