Un tango más

Crítica de Iván Steinhardt - El rincón del cinéfilo

Conociendo hasta la médula la historia de la mejor pareja de baile del tango de la historia

Cuatro minutos y veinticuatro segundos, desde el logo de Cine Argentino; hasta el título, “Un tango más”, es lo que se toma Germán Kral para dar el grandioso golpe de síntesis de su película. Sólo ese tiempo necesita para establecer, en una colección de planos, una parte gigante de la historia del tango y por carácter transitivo de Buenos Aires. Es más, la brillante presentación podría ser un cortometraje en sí mismo y estaríamos hablando de una joyita, pero habrá mucho más.

Se habla de música ciudadana aquí. Por eso la primera y soberbia toma aérea panorámica nocturna de la 9 de Julio tiene sí, el significado geográfico en donde se emplaza el género, pero también la idea de que éste ha sobrevivido a la modernidad. A color o en blanco y negro, en mono o en estéreo; Buenos Aires parece haber sido construida tanto con ladrillos, como con notas y compases.

Entran los personajes en primer plano. María Nieves en un taxi, Juan Carlos Copes en su auto. El bandoneón se va colando en esos rostros marcados a fuego por la vida. Los dos saben perfectamente que van al mismo lugar, aunque los planos los muestren llegando desde direcciones opuestas. Hay un abismo separando sus corazones. Un abismo de vida, dolor, llanto, alegría, experiencia, arrabal, calle, viruta, tacos gastados… Por eso cada uno por separado. Cada uno en su camarín. Con su maquillaje. Y cada uno entrando por lados opuestos del escenario. El pasado aparece un millón de veces en alguna imagen de archivo. Se miran. Serios. Se enfrentan. Caminan al centro… y ese mismo gesto con el que venían, que asustaría a cualquier juez de divorcio, cobra otro sentido. Sobre el escenario, es arte puro. Se vuelve patotero y sentimental. Esas miradas que ahora se juntan son seducción pura. El abismo desapareció… y para ellos dos se convirtió, como miles de veces, en “Un tango más”.

Con recuerdos contados por ambos y preciosas recreaciones que universalizan la historia, iremos conociendo hasta la médula la joven y fructífera historia de la mejor pareja de baile de la historia. “Al principio era un carrito, no sabía bailar” dice María refiriéndose a la forma de bailar de Juan. “Yo era pintón, aprendí pisando mujeres”, se define él. Los días del Club Atlanta en la década del ‘40, la niñez, el metejón…

Es notable como de distintas maneras, German Kral se dedica a abolir el tiempo narrativo con un montaje preciso. La pareja que representa situaciones del pasado es inmediatamente supervisada por la propia Nieves, y luego de indicaciones, la ficción se enciende otra vez. De la misma manera, el testimonio parlante es interrumpido para conservar la curiosidad documentalista mostrando la propia entrevista de donde surge el material. Los bailarines de hoy con los de ayer construyen el pasado y el presente.

La extraordinaria música de Luis Borda, El Sexteto Mayor y Gerd Baumann hacen casi imposible ver “Un tango más” sin mover constantemente la patita. Básicamente, el espectador que la pueda ver sin moverse deberá chequear su pulso inmediatamente. Desde lo visual, da la sensación que la presencia del Wim Wenders en los títulos no es decorativa. Ya habíamos visto esa obra maestra dedicada al baile que fue “Pina” (2011), sobre la bailarina Pina Bausch. Difícil saber cuánta influencia hay aquí porque desde la dirección se transmite mucha seguridad.

“Un tango más” es en sí misma un tratado sobre más de 50 años de pareja artística que es necesario recorrer para poder comprender como han podido mantenerse fieles a esa luz que generaban en el escenario. Pero además es una muestra de la historia del tango. Cientos de letras pueden encontrarse que hablan de un par de vidas como estas, y sin embargo ahí está la leyenda de quienes supieron elevar el baile del tango a la categoría mundial. Copes y Nieves lo han logrado a pesar de ellos mismos, sólo hace falta verlos y escucharlos para comprender que la vida no es como en cine, aunque sus vidas son guiones en estado puro que merecen su homenaj

Eso se propone y logra esta notable película.