Un rubio

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Escrita y dirigida por Marco Berger, este film cuenta una conmovedora historia de amor entre dos hombres, la atracción, las necesidades, el deseo, los dolores, la simulación. La inteligencia del libro indaga en ese mundo masculino, donde uno de ellos tiene un departamento, punto de reunión de amigos, pero que por necesidad económica, le ofrece a un compañero de trabajo que “alquile” la habitación que dejo vacía su hermano. Se instala así una convivencia obligada en un lugar de dominio varonil, lugar de encuentro para ver deportes por la tele, refugio de alguno en desgracia. Aunque el dueño de casa propicia un constante desfile de conquistas femeninas, sin demasiado compromiso amoroso, la relación entre los hombres avanza. Berger registra con precisión toda la dimensión del deseo, con una intensidad única. En detalles, climas, gestos y miradas esa pulsión ingobernable e indomable inevitablemente llega. Pero esa convivencia incluye el disimulo de parte de uno que impone el secreto en el otro. La inteligencia del director y su talento le permiten mostrar también la dimensión del desgarro, los planteos de una relación amorosa que les impone sufrimiento a los dos. El trabajo de los actores es fundamental. En especial el de Gastón Re que deslumbra con una gran compenetración interior, absolutamente conmovedora. Alfonso Barón se mueve entre los mundos del deseo y la apariencia con una indiferencia forzada que muestra con eficacia. Una película para no perdérsela.