Un reino bajo la luna

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Wes Anderson es un director que se dio a conocer a fines de los ’90 con dos películas pequeñas como "Bottle Rocket" y la excelente "Tres son Multitud". Fue una de las insignias de lo que sería el nuevo cine independiente norteamericano. A diferencia de muchos de los que comenzaron con él, lo que hace único al director de "Los Excéntricos Tenembaun" es que nunca perdió su rumbo, su origen, su estilo; a pesar de incursionar en distintos modos de encarar un film. Luego de un parate de tres años, vuelve con "Moonrise Kingdom" a confirmar por qué se ganó un lugar entre los nombres más destacados de Hollywood.
Cuento anárquico infantil/adolescente. Situada en 1965, Sam (Jared Gilman) es un niño boy scout huérfano al que sus padres adoptivos rechazan y su misma tropa parece no comprenderlo. Suzy (Kara Hayward) es algo así como una niña grunge, de ojos delineados, mirada aguda, analítica, y con sentimientos algo apáticos hacia la sociedad. Como si fuese 11 y 6 de Fito Paez, ya se habian conocido el verano anterior y mantenían una relación a través de cartas. Suzy siente una atracción inmediata hacia Sam y su aspecto nerd y retraído; se re-encuentran, y entre los dos nace un amor profundo que los lleva a huir de quienes no lo comprenden, o sea huyen del mundo de los adultos. El punto de fuga será una la isla de Nueva Inglaterra, la misma que le da título a la película, un lugar mágico, un punto de encuentro donde nadie los moleste. Por otro lado, los adultos (observados de una manera despiadada) emprenderán una búsqueda impensada para encontrarlos... y un tornado (literal y metafóricamente) se avecina.
Al igual que en sus films anteriores, Anderson toma como partida una historia simple, sin demasiadas complicaciones, para una vez allí poner el foco en los personajes, en conjunto y por separado. Si antes se insinuaba cierta mirada de desagrado hacia la madurez y algo de mirada cómplice hacia ese momento especial que es la infancia, en Moonrise Kingdom esa idea está más explícita que nunca.
Los adultos parecieran comportarse de manera más estúpida cuanto mayor sea su grado de profesionalismo o responsabilidad. Por ese lado tenemos a los padres abogados de Suzy (Bill Murria y Frances McDormand), el instructor de los Scout (Edward Norton), la asistente social (Tilda Swinton) y el Capitán Sharp (Bruce Willis); y tal vez este último sea el único que merece salvarse.
En cambio, el dúo de niños es mostrado en su esplandor, Sam y Suzy son únicos, extraños pero muy queribles, y la cámara de Anderson los ama, los comprende.
Todos los elementos están ahí, la ironía, cierta melancolía, el juego de diálogos, la marcación actoral precisa (todos, niños y adultos cumplen labores remarcables), la cámara aguda casi antropológica. Pero además Moonrise Kingdom suma un elemento que hasta ahora era extraño a su director, cierto mundo de ensoñación, rozando el realismo mágico; esto puede complejizar un poco entender qué es lo que se está viendo (por lo menos para un ojo no acostumbrado), pero a la vez le suma una atmósfera increíble, perfecta.
A esta altura confesar que soy un admirador de la obra de su director ya es redundante, y Moonrise Kingdom se encuentra entre sus mejores películas. Todo está perfecto donde debe estar. Anderson logra, aunque ya se presiente que entró con todo al mundo de Hollywood, mantenerse más fiel que nunca su estilo. Por momentos puede pecar de pretenciosa, y con algunos subrayados innecesarios, en todo caso datos menores. Así, "Moonrise Kingdom" es una excelente ocasión para re-encontrarnos con su cine, más sabiendo que a su anterior película se nos condenó a verla directo en DVD; oportunidad imperdible.