Un piso para tres

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

La comedia de la recesión

Un piso para tres (Posti in piedi in paradiso, 2012) sigue la convencional estructura de la comedia italiana que supo brillar en la década del setenta: Narración clásica y ultra conservadora en cuanto a los valores a rescatar. Sin embargo no logra actualizar al género rememorado, por más que tenga a la actual crisis europea como trasfondo.

Dirigida y protagonizada por el cómico italiano Carlo Verdone, la película narra con humor la historia de tres hombres caídos en desgracia económica y familiar: sin dinero y con deudas deberán compartir el alquiler de un departamento entre los tres. Ambos divorciados, con hijos a los que no ven, se aferrarán a las tradiciones para hacerle frente a la crisis social.

Como comedia conservadora que es, la película se ríe de las desgracias de los personajes masculinos, -aunque rescata la melancolía por el tiempo pasado-, sin nunca pensar en las causas de dicha desidia: simplemente la crisis está y hay que sobrellevarla. Ante tal panorama, los protagonistas tratarán de “zafarla” hasta tocar fondo.

Es en el mientras tanto que la película presenta personajes trillados pero queribles: el productor musical de antaño que interpreta Carlo Verdone, hoy vendedor de discos de vinilo, el periodista de espectáculo, que acude a eventos de su profesión para comer y aferrase a una fantasía de vida; y el gigoló, típico mujeriego que gusta del juego y otros vicios. Personajes expuestos a situaciones previsibles pero graciosas.

En el normativo desenlace final, Un piso para tres hace un giro hacia el melodrama familiar apelando a los valores a recuperar por la sociedad ante la crisis. Es aquí donde se torna pretensiosa y un tanto pedante sin necesidad, volviendo tediosa la narración. Y no es que tenga malas intenciones, sino que en la búsqueda de conservar estructuras convencionales recurre a tantos lugares comunes –por ejemplo la escena de la fiesta cargada de estereotipos: la gorda, la fea y el maricón- que termina por mostrar sus limitaciones para trasmitir cualquier tipo de mensaje.

Lo mejor sigue estando en aquellos lapsos donde no intenta ser otra cosa que un entretenimiento liviano y pasatista.