Un paraíso para los malditos

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Un sereno asesino a sueldo

Del director Alejandro Montiel (Las hermanas L, Extraños en la noche) llega este thriller que cuenta con un comienzo inquietante: Marcial (Joaquín Furriel), un hombre soilitario, consigue trabajo como sereno en una fábrica abandonada y, con el correr de los minutos, se conocerá su verdadero objetivo.

En medio de un clima de inseguridad callejera y con la vista colocada en la "casa de al lado", el protagonista comete un crimen por encargo. A partir de ese momento, pasa a ocupar el lugar de la víctima, cuida a su padre postrado y con demencia senil (Alejandro Urdapilleta, siempre un buen intérprete) y se relaciona con Miriam (Maricel Alvarez), una madre soltera que también busca su lugar en el mundo. En ese universo oscuro, alimentado por las sombras y la violencia, el sereno intentará construír su propia familia, "el paraíso" al que refiere el título del film.

La película parte de una buena idea, ostenta un clima de inminente peligro, pero la historia se desvanece cuando la "nueva familia" de Marcial ocupa parte del metraje y deja atrás al asesino de pocas palabras que vimos al inicio. La trama prometía más de lo que finalmente entrega, entre llamados telefónicos de un jefe misterioso, patoteros y asesinos. Una historia de amor y comprensión para un asesino taciturno y hermético que aparece en una trama a la que no le hubiese venido mal otra vuelta de tuerca.