Un nuevo camino

Crítica de Marcos Guillén - Cuatro Bastardos

Un nuevo camino: El viaje iniciático de Wendy.
“No quiero privarte de la revelación de que todo lo que podéis superar juntos, o una amistad, así os definirán de un modo que ni siquiera puedes imaginar”.
Mr.Spock

No es novedad que este tipo de temática es casi un género en la industria cinematográfica estadounidense. O por lo menos un tópico que ha servido a diferentes causas. No siempre con sutileza, más como un accidente que la trama debe sortear, como sucedía en esa espantosa Mercury Rising (1998) o el drama que aunaba a diferentes personajes y nos referimos a Atypical (2017), serie de Netflix que encaró el tema con soltura y humor para luego optar por otros caminos.
De por si, en el cine en general, las capacidades especiales son vistas como el detonante para un viaje hacia la contención más que la comprensión. Y Please Stand By de Ben Lewin, intenta sin mucho éxito salirse de esos planteos promedio.
Wendy, vive en una institución para autistas, es una fanática nivel senior de Star Trek, situación que afecta a la película en su totalidad, porque ella estará plagada de referencias, no tanto a la trama, sino más bien al espíritu de la serie. Los paralelismos entre los personajes serán por momentos bastante obvios. Pero sigamos, ella tiene su vida completamente estructurada, todo parte de la terapia para ayudarla a relacionarse con el mundo exterior. Rígido, casi acético es su día a día. Despertar, desayunar, trabajo y el único momento que realmente le pertenece es su hora de Tv y su escritura. Por otro lado está su hermana, quien poco la visita y que ha continuado con su vida, manteniéndola de muchas maneras aparte. Situación que generará la aventura que inicia Wendy cuando decide participar de un concurso de guiones de la serie Star Trek, cuyo primer premio le daría la oportunidad de regresar al hogar con su hermana y por fin conocer a su sobrina.
El viaje inciático por un lado, el aprendizaje por el otro. Ambas mujeres enfrentarán sus miedos y recelos, construirán desde allí una nueva relación a la distanciada que poseían como hermanas. Y claro todo bajo la supervisión, de una desaprovechada Toni Collette, la terapeuta de Wendy. Una de las características positivas del film es que el director apela por el humor, medido, más que el drama de golpe bajo, haciendo más llevadera una trama que desde el comienzo el espectador sabrá como concluye. Pero es la epopeya de la joven donde tropieza con los ya vistos tópicos de este tipo de films; situaciones de dramática soledad, personajes secundarios que parecen salidos de un convento y el deus ex machina​ para resolver de manera rápida, aunque no efectiva, los sinsabores de Wendy.
El paralelismo de ella con Spock, es por momento de dudosa metáfora, aunque no así la capacidad interpretativa que Dakota Fanning logra y que genera la empatía necesaria como para perdonarle tanto autismo al uso cinéfilo y poco de una verdadera exploración del tema y de como la creatividad surge de ellos. Eso sí, lo poco que se lee del guion escrito por ella, nos hace pensar que pudo ser la mejor película de la franquicia lejos, pero ese no es el tema aquí, aunque sea lo más interesante de averiguar.