Un novio para mi boda

Crítica de Susana Salerno - Impacto24

Este es el segundo largometraje de Rama Burshtein. Su anterior película también estaba relacionada con el tema del matrimonio. En esta oportunidad gira en torno a la joven mujer jasídica ortodoxa Michal (Noa Kooler en una buena interpretación, resulta atractiva, agradable y su rostro lo dice todo) estaba a punto de casarse con su novio Gidi (Erez Drigues) pero este le dice que no la ama. Igual no se desilusiona y sigue adelante, le reserva el salón a Shimi, poniendo un plazo de veintidós días para casarse, porque lo logrará a través del milagro de Hanukkah.

Cuenta con la ayuda de su madre (Irit Shelleg), su mejor amiga Feggie (Ronny Merhavi) y con la fe que lleva en su ser. Es una comedia dramática disfrutable, que te emociona y te divierte. Posee una buena banda sonora, fotografía y además te permite conocer otros pensamientos y culturas.