Un mundo seguro

Crítica de Marcelo Oliveri - El rincón del cinéfilo

Voy a comenzar el año diciendo lo que dije a la salida de la privada de este filme argentino que inaugura los estrenos nacionales del 2012: ¡Estoy desconcertado!!!! ¡Ya no entiendo más nada!!

Evidentemente a mis 45 años ya no estoy capacitado para entender un guión de mi cine argento. Me parece que me tengo que jubilarme y dedicarme a otra cosa. Como no lo entendí transcribo lo que dice la gacetilla, y luego daré mi conclusión.

"La seguridad es la obsesión de Patricio Podestá. Gran “capo” de la televisión, dueño de grandes ideas, que se transformaron en los mayores éxitos de la tele, es asediado por quienes lo acusan de haberle robado ideas. Patricio Podestá se siente perseguido tanto por “Ella”, la co-conductora del programa de chimentos, como por “Charlie Mad”, un personaje desquiciado que es como el “otro yo” del conductor. Buscando un refugio ante tantas amenazas, obsesiones y miedo, se entrega a una empresa de seguridad que le ofrece poner toda la tecnología del siglo 21 a su servicio, en un bunker superseguro. Pero no estará a salvo de sus fantasmas".

Hasta aquí la sinopsis de cómo se la vende a la mencionada producción vernácula.

Mi opinión: Cuando veía la proyección no podía creer que la dirigió Eduardo Spagnuolo, a quien respeto por haber hecho “Homero Manzi, un poeta en la tormenta”(2009), un interesante filme que rescata el pasado de ese grande del tango. Cuando veía a Carlos Belloso no entendía cómo estaba involucrado en este proyecto, y para rematarla Antonio Birabent co-protagonizando algo que intenta ser una parodia de cine clase B o un programa de culto al estilo “Cha-Cha-Cha”.

Conclusión: La idea no era mala, seguramente al leer el libro los actores también vieron que era muy buena, pero a la hora de filmar poco y nada queda de lo sugerido. Si lo que intentó el director es parodiar a esas producciones donde todo es cartón pintado, donde las puertas y paredes se rompen al estilo increíble hulck y vemos el telgopor y cartón, lo ha logrado.

Si la idea era pintar a un héroe y antihéroe a la vez, que se droga, toma vino y le gusta el sadismo como alguien caricaturesco, se logró. Y si la idea era que Birabent hiciese una maquieta de lo que es un periodista movilero en el 2012, también lo logró.

Lo lamentable es que no se logró llevar todo esto a buen puerto. “Un mundo seguro” hace agua por todos los costados. Es una lástima, porque el caudal humano con que cuenta entre primerísimos actores y director no lo merecen. Pero... a veces las apariencias engañan.