Un mundo extraño

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

Por favor que no se mal entienda, me gustó (y me emocionó) Un mundo extraño. Y hago esta aclaración porque buena parte de la reseña que leerán a continuación sonará como que no.

Como cinéfilo adulto y analista de la industria no pude evitar verle todos los “hilos” al film y eso me sacó de la historia y de la experiencia a cada rato.

Me quedó bien en claro que la construcción de la aventura que cuenta el film salió de un comité atento a sondeos, encuestas, noticias y redes sociales, en lugar de inspiración de un guionista o un equipo de guionistas.

Tendría que ser una película histórica ya que el protagonista es un adolescente abiertamente homosexual, pero eso está rodeado de tantas otras cosas que se convierte en un elemento más.

Un simpe reconto: protagonista gay, hijo de un matrimonio interracial, veganos, no hegemónicos al igual que el resto de los personajes donde todos y cada uno perteneces a una etnia distinta o alguna minoría y el conflicto central -el plot device- tiene que ver con el cuidado del planeta, la conciencia social y la responsabilidad ciudadana.

Es DEMASIADO,

Lo bueno es que el público target, los chicos y chicas que vean este film, no se darán cuenta de nada de eso. Y ahí es donde celebro. Porque la película es linda, sus valores son excelentes, su mensaje es esperanzador y bienintencionado. Pero está todo muy forzado.

En cuanto a la historia que tiene que ver con los vínculos, funciona muy bien y repito: me emocioné hasta las lágrimas.

Pero ya la hemos visto varias veces. Es un relato sobre padres e hijos, sobre no repetir los errores de uno, sobre seguir los sueños y forjar un destino propio.

Hay partes graciosas, hay algunas sorpresas simpáticas, pero nunca pude dejar de ver los cuadros y diagramas detrás de todo esto.

Ojo, así como hago este postulado, también toca decir que durante casi un siglo Disney tejió historias de una misma manera, con personajes iguales, de una sola raza, con una misma aspiración. Y eso era lo normal y estaba mal, porque el mundo no era así. Ni en Estados Unidos ni en ningún lugar.

El mundo es mucho más cercano a lo que plantea este estreno, pero no encastrado de esa manera. La película deja de ser película y se convierte en una declaración.

Y acá es donde me contradigo, porque el cine es arte y las declaraciones son importantes. Es la expresión del mundo y del cambio de paradigma.

Pero ahí es donde entra mi bronca en cuestionar a Disney el por qué no se animó a más: algo tan simple como un beso.

Décadas y décadas de besos heterosexuales (muchos sin sentido) y aquí no se animaron a que su protagonista besara…

Supongo que paso a paso, o eso quiero pensar.

Desde lo técnico, la animación es espectacular, pero a la altura de lo que estamos acostumbrados. Es decir, no nos sorprende.

En fin, Un mundo extraño cumple en el que tendría que ser su cometido principal: entretener a los más chicos y eso lo hace por su historia tierna, su excelente animación, la simpatía de sus personajes y sus gags.

Así que en definitiva es una buena película, solo que para mí análisis es un panfleto, aunque tal vez necesario.