Un ladrón con estilo

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

A modo de gran homenaje despedida, "Un ladrón con estilo", de David Lowery, es una propuesta al servicio de Robert Redford en su última aparición en la gran pantalla. Lo conocimos en los años ’60, y saltó a la fama compartiendo cartel con Marlon Brando y Jane Fonda en "La Jauria Humana", y fue un ícono de esa década y la siguiente.
Los ’80 lo presentaron como director en "Gente como uno" ganando tanto admiración como rencor por algún premio que quizás no merecía. Los ’90 lo recibieron de brazos abiertos como EL galán maduro, gracias a la propuesta que le hacía a un todavía no muy conocido Woody Harrelson de pasar una noche con su pareja Demi Moore ("Propuesta Indecente") ¿Para el Siglo XXI será el villano de la película de Marvel con más adeptos?
Creador y promotor del Festival de Sundance. Una de las personalidades más amadas y respetadas del star system hollywoodenses. Robert Redford estrena "Un ladrón con estilo", una película que se presenta como su retiro delante de la pantalla.
Que esto vaya a ser cierto o no, es cuestión del futuro (nunca digamos nunca); lo cierto es que en ella, entrega lo que promete bajo esa idea; un film pensado para el retiro de una estrella… lo cual no quiere decir que esté a la altura del actor, o por lo menos no de sus más recordados hitos.
"Un ladrón con estilo" cuenta la historia de Forrest Tucker (Redford), un personaje de la vida real, con una historia que pide a gritos ser narrada en el cine. Un hombre que a los 78 años fue arrestado en Florida luego del robo a cuatro bancos; y que contaba con el curioso historial de haberse fugado de cuanta cárcel lo haya apresado; en total unas 18 veces… y no es que a esa edad el hombre necesitaba de salir a robar, es puro arte delictivo.
En 2003, el periodista David Grann escribió una nota para The New Yorker, narrando la vida de Tucker, mediante una entrevista a su última esposa Jewell Center (en la película Sissy Spacek); y es este artículo de notable popularidad – que lleva el mismo título que el original de la película – el que sirvió de inspiración para Un ladrón con estilo.
En la década del ’80, un ya mayor Tucker conoce a Center a la salida de uno de sus robos; y entre ambos se genera una conexión inmediata, y una historia con varios ribetes. Forrest tiene dos cómplices, Waller (Tom Waits) y Teddy (Danny Glover); y entre los tres tienen una fórmula tan sencilla como el uso del carisma y la convicción.
Tucker simplemente necesitaba mostrar un arma y hacer uso de su labia y encanto.
También entra en la historia John Hunt (Cassey Affleck), un policía joven que lo persigue, y que puede funcionar como una antítesis de lo que es Forrest Tucker, a la vez que lo admira. Si bien la historia real del ladrón es conocida (en EE.UU. fue un personaje bastante popular hasta su fallecimiento en 2004, y elevado a la figura de mito a partir de entonces); será mejor no adelantar mucho más, y dejar que puedan disfrutar con todo lo que sucederá entre estos personajes.
David Lowery es un director y guionista bastante ecléctico. Con apenas un año de diferencia pudo pasar de dirigir "Mi amigo el dragón" (probablemente la mejor de las adaptaciones live action de Disney) a la peculiar y taciturna "Un cuento de fantasmas" (que todos recordarán como la película en la que Casey Affleck anda con una sábana blanca encima con agujeritos en los ojos, cual cliché fantasma); y anteriormente "En un lugar sin ley" (que también hablaba de un escape de prisión y de un romance, pero en un tono totalmente diferente al de "Un ladrón con estilo").
Quizás, el hilo común que podamos encontrar en sus obras – de las cuales siempre se encargó también del guion – sea la simpatía o el carisma que generan, pese a pasar de algo más apacible y taciturno como las anteriores, a algo con más brío como "Un ladrón con estilo". Otro punto en común, es que el modo de narración siempre parece ser sencillo, y esta no es la excepción.
Esta es una propuesta bastante simple, casi de manual, sin grandes atributos ni en su guion, ni en sus rubros técnicos. Toda la atención está puesta en el grupo de actores, con Redford a la cabeza. Para el actor de "Algo muy personal", es casi una labor de taquito. Forrest Tucker le permite desplegar todo el encanto que ya le conocemos.
Puede enamorarnos con esa sonrisa y esa mirada; puede hacer uso de ese hablar tan galanesco. Redford es "Un ladrón con estilo". Estamos frente a una película digna para un retiro, que celebra la vitalidad de los personajes mayores, y les otorga un lugar de privilegio. Es mucho más de lo que pueden decir otros actores de sus películas de retiro, como Sean Connery o Gene Hackman.
Probablemente no llegue ni al top diez de sus mejores películas, pero cumple con dejárnoslo ver hacer lo que mejor sabe, a sus anchas.
Como plus, puede homenajear a uno de sus roles más famosos en "Butch Cassidy & The Sundance Kid". Sissy Spacek también encanta como esta mujer perdida ante los dotes seductores de Tucker, y dispuesta a todo para seguirlo. Sus encuentros son la salsa de la película.
Casey Affleck (actor fetiche de Lowery) es un excelente contrapunto. Ya no hace falta que demuestre ser un gran actor, pareciera estar bien en todo lo que hace, y en roles diversos. Aquí juegan con Redford a algo similar a "Atrápame si puedes", con la diferencia de edad invertida. Waits y Glover quizás necesitaron de algo más de espacio, pero el tiempo que están, la película crece, demostrando ser una celebración de los personajes más adultos.
"Un ladrón con estilo" es una propuesta simpática, con momentos briosos; y sobre todo, digna de un elenco talentoso que se ubica por delante del resto de los rubros ¿Que pudo esmerarse y tener pasta como para ser una gran película? Es cierto, pero ahí está como una cálida despedida a uno de los soles más brillantes de Hollywood.